Afectados. El viernes los trabajadores ya cesaron la actividad y se vieron afectados más de 1.200 pasajeros, al igual que el 8 de noviembre.

Los gremios aeronáuticos que conforman el plantel de empleados de Aerolíneas Argentinas anunciaron ayer un paro total de actividades para el próximo lunes 26 de noviembre. La medida afectará todos los vuelos de la empresa nacional y de Austral y es a causa de reclamos salariales y por la suspensión de 376 trabajadores dispuesta por la empresa de bandera.

El paro del 26 fue anunciado en una conferencia que se realizó en el Aeroparque Jorge Newbery, donde Rubén Fernández, secretario general de la Unión del Personal Superior (UPSA), dijo que "hemos resuelto convocar a un paro con cese total de actividades", aunque aclaró que "queremos dialogar".

Agregó que el del lunes "es el primer paso, porque vamos a realizar otras medidas", aclarando que la protesta es por "un tema salarial por incumplimiento del acta firmada el año pasado y por negarse a negociar la actualización de la nueva paritaria".

Los trabajadores exigen que la empresa cumpla con los puntos acordados durante la negociación salarial de 2017. En ese sentido, Fernández explicó que "la cláusula gatillo fue un acta del 1 de octubre de 2017 que regía hasta el 30 de septiembre de 2018. Cuando la inflación se disparó, la empresa empezó a pagar, pero con los sueldos de octubre la empresa decidió que ya estaba cumplido, y no la aplicó", sostuvo Fernández.

Ratificó que la actual gestión "lo que busca es hacer desaparecer a la empresa", y recordó que "durante la gestión de Isela Costantini la empresa achicó el déficit". El martes pasado, Aerolíneas anunció la suspensión de 376 empleados que "abandonaron o retuvieron tareas" durante el 8 de noviembre, lo que provocó cancelaciones de 258 vuelos.

Ese día, los gremios de pilotos (APLA y UALA), así como el personal de tierra agrupado en la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), los técnicos de APTA y la Unión del Personal Superior (UPSA), convocaron a una asamblea, que se transformó en una medida de fuerza de 11 horas de duración.

La empresa indicó que las suspensiones van de los 10 a los 15 días, según el nivel de afectación al servicio que pudieron detectar. Mientras dure la suspensión, el empleado no cobra el salario. Los suspendidos son de las áreas de mostradores, call center, rampa, mantenimiento y pilotos.

En declaraciones al diario La Nación, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, explicó que la suspensión fue una decisión tomada tras la "realización de un paro salvaje", que el 8 de noviembre pasado dejó a miles de pasajeros varados a causa de la cancelación de vuelos.

El presidente de Aerolíneas, Luis Malvido, sostuvo ayer que detrás del paro "hay una motivación política", y definió a Aerolíneas como "una empresa prácticamente quebrada" que tiene que "mes a mes pedir dinero al Estado" para sueldos.

En declaraciones radiales, Malvido habló poco después de que los gremios anunciaran que el lunes próximo harán un paro de 24 horas y que adherirán a las asambleas convocadas para el martes 27 por el resto de los sindicatos del transporte. Afirmó que "es evidente que el paro tiene detrás una motivación política, en la cual líderes sindicales muy importantes, como Hugo Moyano o Roberto Baradel, salen a arruinar el prestigio de la empresa".

"Tenemos mucho poder de fuego"

El paro comenzará a las 00.00 horas del 26 de noviembre en todos los aeropuertos argentinos, aunque aún no se definió la hora de finalización ni si los vuelos que despeguen antes del inicio del paro y aterricen una vez iniciado se verán afectados.

El titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Pablo Biró, sostuvo que "el Gobierno sigue operando para privatizar Aerolíneas Argentinas", pero advirtió que "nosotros tenemos mucho poder de fuego, lo vamos a ir dosificando. Sabemos que la pelea no es por el salario o las suspensiones, lo que quieren es demonizar Aerolíneas Argentinas".

Télam