Madre Catalina. Será la segunda Beata argentina, el 27 de agosto de 2016 fue beatificada la religiosa santiagueña María Antonia de Paz (Mama Antula). 


La cordobesa fundadora de la congregación de las Esclavas del Corazón de Jesús, Madre Catalina de María, Josefa Saturnina Rodríguez, ‘fue una mujer laica transgresora que luchó por la dignidad de la mujer en una época y en un mundo hecho por y para hombres‘, así la describió una integrante de esa orden religiosa sobre quien el Papa Francisco aprobó la publicación del milagro que la convertirá en beata.


‘Catalina vivió en tiempos en donde la mujer era silenciada y olvidada. Tenía todas las puertas cerradas porque era analfabeta y mujer. Golpeó y pateó puertas para poder realizar su tarea de promoción y dignificación de la mujer‘, destacó a Télam la hermana Silvia Somaré, una de las responsables de la Casa de la orden de las hermanas Esclavas del Corazón de Jesús, que está ubicada en barrio General Paz de la ciudad de Córdoba, donde residió la inminente beata. 


Asimismo consideró que ‘la beatificación es un reconocimiento público de su labor dentro de la Iglesia, que trasciende sus intercesiones, y que se proyecta hacia toda la sociedad. Fue una mujer de gran valentía y de carácter muy fuerte al momento de cumplir su misión, como el de rescatar y cobijar a las mujeres de las calles, las prostitutas y las esclavas, a quienes les dio un plan de vida a través de la educación y de la enseñanza para el trabajo‘.


Somaré, quien el jueves fue distinguida por el Concejo Deliberante de la Ciudad de Córdoba al declarar de Interés Cultural su libro ’La Mujer según San Brochero’, reseñó que la madre religiosa fue laica, se casó, pare una hija que muere al nacer y a los 42 años queda viuda. A pesar de su permanente estado delicado de su salud y por la situación que le tocó vivir en su tragedia familiar, ‘retoma su espíritu maternal y lo materializa al fundar la congregación‘ el 29 de septiembre de 1872, con el propósito de promover los ejercicios espirituales, como la catequización de la mujer a través de colegios, de casas de retiro, misiones y atención a menores en riesgos, resaltó Somaré. Fue contemporánea al ahora Santo José Gabriel del Rosario Brochero (Cura Brochero), quien en 1877 la convoca para colaborar en la tarea de evangelización y la difusión de los ejercicios espirituales para la mujer en las localidades de Traslasierra. Esa iniciativa de convocar a la madre Catalina la hermana Somaré la describe como ‘las dos grandes transgresiones de Brochero‘ por ‘trabajar con la mujer y para la mujer‘, al sostener que esa conducta era no propia de una época en donde la mujer no tenía lugar en la sociedad.


Al referirse a la intercesión milagrosa aprobada por el Vaticano, Somaré afirmó que el caso de la mujer de Tucumán no fue el primero, al sostener que ‘el primer milagro lo hizo un año después de su muerte‘ y que se trata de un abogado de Buenos Aires, Apolinario Casabal, y que está documentado.

La Madre Catalina podría ser beatificada en septiembre próximo en su Córdoba natal.


La congregación, que nació en la ciudad de Córdoba, hoy tiene presencia en varias localidades de la provincia, también en Buenos Aires, Santa Fe, Tucumán, Salta, Santiago del Estero, La Rioja, Mendoza, San Luis y San Juan, mientras que fuera del país ejercen tareas de misionales en Chile, en España y en Benín (África).


El papa Francisco aprobó esta semana la promulgación del decreto que reconoce el milagro atribuido a la religiosa cordobesa Sierva de Dios, Madre Catalina de María, Josefa Saturnina Rodríguez, fundadora de la congregación de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, quien había nacido en la ciudad de Córdoba el 27 de noviembre de 1823 y fallecida el 5 de abril de 1896. La publicación del decreto papal fue autorizado al prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, cardenal Angelo Amato, y se estima que la ceremonia de beatificación podría realizarse en septiembre próximo.


En enero último la Congregación para las Causas de los Santos, del Vaticano, había aprobado por unanimidad el milagro atribuido a la intercesión de la Madre Catalina, y posteriormente ratificado por la comisión de cardenales.


A la Madre Catalina se le atribuye la sanación de una mujer que actualmente vive en Tucumán y que padecía una afección cardíaca, que ocurrió hace 20 años. Un paro cardiorrespiratorio la dejó sin signos vitales durante 25 minutos y para una junta de médicos de la Santa Sede no encontró explicación científica sobre su recuperación.