El CEO de YPF, Sergio Affronti dejó su cargo en medio de una denuncia por espionaje contra el presidente de la empresa, Pablo González. Lo reemplazará Pablo Iuliano, vicepresidente de Upstream No Convencional de YPF.

La investigación que comenzó a fines del año pasado y que recientemente trascendió en los medios derivó en una denuncia judicial que investiga la jueza María Servini.

Tras un procedimiento conocido como “Technical Surveillance Counter Measures”, por lo que se monitoreó la presencia de micrófonos y otros dispositivos. Uno de los empleados descubrió que su compañero sacó fotos y revisó los cajones en la oficina de Pablo González.

Esas imágenes forman parte de la denuncia y por la causa que derivó en una investigación, se habría decidido el alejamiento de Sergio Affronti.

El nuevo CEO de YPF es Pablo Iuliano, un ingeniero químico de la Universidad Tecnológica nacional que posee un MBA en el IAE. Ingresó a YPF en 1998 en Rincón de los Sauces, Neuquén, como ingeniero de producción. Fue Gerente de operaciones en Cañadón Seco en la provincia de Santa Cruz y fue Gerente de Negocio en Mendoza Sur.

Lideró el proyecto de Loma Campana en asociación con Chevron y entre los años 2016 y 2019 se desempeñó en Tecpetrol, la empresa del grupo Techint.

El espionaje en YPF

La denuncia que tramita Servini -y que González ratificó en junio pasado- reveló que un empleado de seguridad de YPF, responsable de las tareas de contrainteligencia interna establecidas por protocolo en todas las empresas que cotizan en Wall Street, ingresó a la oficina del presidente fuera del horario laboral y fotografió documentos y revisó las pertenencias personales de González.

Las maniobras de espionaje en YPF ocurrieron a fines de noviembre del 2021, pero la denuncia penal recién la presentó González en mayo del 2022 por que otros ejecutivos de la denominada “planta permanente” de la empresa se negaban y recomendaban encarar la situación en secreto.

Más tarde, se conoció que el responsable del espionaje era Alejandro Garofani, de 49 años, un hombre que trabajó más de 12 años para la petrolera y ya está formalmente imputado en la causa.

Según su currículum publicado en LinkedIn, Alejandro Garofani estudió dos años de ingeniería informática en la Universidad Nacional de La Matanza y tiene una diplomatura en seguridad informática y de sistemas de la UTN.