Personal de salud de Fortuna, al sur de la provincia de San Luis, organizó una despedida de soltera en el galpón de la vivienda de una odontóloga, sin respetar ninguna de las recomendaciones sanitarias: participaron más de 10 personas, no llevaban tapabocas ni mantuvieron distanciamiento social.

El evento salió a la luz gracias a un video difundido en las redes sociales y dejó en evidencia las violaciones a las normas establecidas en los decretos nacionales, provinciales y protocolos sanitarios vigentes. El material llegó a manos de las autoridades y este miércoles por la noche, la ministra de Salud Silvia Sosa Araujo, informó que Fiscalía de Estado está llevando adelante la denuncia por violación del Artículo 205 del Código Penal contra los participantes de la fiesta.

Desde la Agencia de Noticias de San Luis afirmaron que además “se iniciarán actuaciones administrativas” teniendo en cuenta que se trata de trabajadores de la salud afectados a la vigilancia epidemiológica de la pandemia en el Hospital de Fortuna, que depende de la provincia.

En las imágenes difundidas, se llega a ver a una enfermera que baila sobre la mesa alrededor de la cual hay unas 15 personas. Los invitados comparten comida, bebidas alcohólicas y disfrutan de la música. Se los nota distendidos, riendo y aplaudiendo lo que está sucediendo.

Y, pese a que en esta región puntana están permitidas las reuniones sociales, no pueden superar los 10 participantes. Además, deben mantener el distanciamiento social y respetar los protocolos vigentes, algo que no se cumplió en esta reunión.

Esta situación se dio en la misma semana en la que Martín Garay murió producto de un cáncer terminal sin poder despedirse de sus hijas. Victoria y Antonela habían realizado una decena de pedidos al Comité de Crisis para que las autorizaran a ingresar a la provincia y así poder llegar hasta Quines, donde estaba siendo tratado el hombre.

Recién este lunes lograron la autorización para viajar desde Tierra del Fuego y mientras lo hacían el hombre falleció.

“A raíz del agravamiento de la enfermedad de mi papá gestioné la solicitud para salir de Tierra del Fuego y el gobernador Gustavo Melella nos otorgó el permiso 24 horas después. Pero la odisea comenzó cuando intenté hacer lo mismo para ingresar a San Luis”, había contado Victoria.

La joven sabía que en cuanto fuera autorizada debía acatar los requerimientos solicitados por la autoridad sanitaria puntana: un PCR negativo para ella, su hermana y su sobrino, y siete días de aislamiento en las residencias de la Universidad de La Punta.

Lamentablemente, la burocracia llevó a que las jóvenes no llegaran a poder darle el último adiós a su papá. Al igual que le pasó a Pablo, el papá de Solange Musse, que viajó desde Neuquén, pero no pudo entrar a Córdoba para despedirla de ella, que estaba internada con un cáncer terminal.