Señor director: 


Hace varios años fui al "Museo del Tango'', que el Dr. Amín Raed había fundado y dirigía. Mi hijo, con poquitos años, se asombraba de lo que encontraba en cada rincón, como casacas abotonadas de San Lorenzo de Almagro de los años 50 ó 60, fonógrafos y discos de pasta, fotos de Carlos Gardel en el avión que minutos después se incendiara y lo convirtiera en inmortal. 


Aquella tarde cuando íbamos saliendo, el quejido de un bandoneón nos cortó el paso. Le pedí un tango a ese músico, lo tocó llorón por el refunfuñar del fuelle. Nos fuimos con Juan Manuel llenos de imágenes y sonidos.

Luego pasó un tiempo y ví en los medios de comunicación a ese médico, pedir por favor un espacio donde dejar todo lo que poseía y atesoraba como reliquias verdaderas, el motivo era que vendía esa casa de la calle General Acha. 


Hace unos días atrás nos encontramos en el "Festival del Reencuentro'', en mi Pocito natal. Estaba con mi amiga Ely Monti. Nos saludamos y le dije: "Dos cuervos se saludan bajo las estrellas del cielo pocitano".

Inmediatamente me mostró una cadenita con el escudo del CASLA que portaba con orgullo. 


Hoy, hace algunos minutos mi hijo, ese que paseó de mi mano por el museo cuando niño, me dijo que había fallecido el Dr. Raed. No tardé muchos minutos en sentarme en la máquina para rendir este homenaje a esa persona que recuerdo con mucho cariño y afecto. 


Ruego que en el cielo azul sea recibido entre tonos de tangos y milongas, seguro que mi viejito lo esperará para recordar esos "Tangos del tiempo aquel'' y hablar de los "cara sucia'' de Boedo.