Señor director:

Siempre me es grato compartir con los lectores, aquellas anécdotas e historias surgidas en el Valle de Elqui, ubicado en la Cuarta Región de Chile.

Es así que me surge describir una posesión serrana, que produce resonancias añosas para indagadores curiosos en la lonja ribereña. Cuando el plenilunio de febrero suele deparar sorpresas. Allí, la sabiduría popular se hace presente en los versos que hablan de juntar el pan con el vino.

Los viejos canales de regadío en el Valle de Elqui aún lucen como lanzas verdes de la cordillera al mar. ¡Claro, el sistema de regadío cambia a diario y otro tanto la manera de cultivar vides y otras especies!

En buena hora perviven los canales que aún mantienen algunos árboles a su paso: álamos, chañares, pimientos y otros. Desde Rivadavia a la costa hay canales.

Por estos días, aniversario de la ciudad de Vicuña, en Elqui, hay reencuentros con las tradiciones y el paisaje social y cultural. Cuentan las dueñas - con orgullo y satisfacción - que se están cumpliendo actividades relevantes con la participación de la comunidad. Tal es el caso de la "mateada" en memoria de Gabriela Mistral - nacida en Vicuña en 1889-. 

Pero, habíamos quedado con la sabiduría serrana que se quedó en la rinconada de Mamalluca y recordada, en parte, por Claudina Pizarro, persona curiosa de la época: - "¡Que malo tino tendrán / andar de pasacuentos! / Yo digo que serán..."faltos de entendimiento"./ Luego hacen una "bufonada" a modo de travesura / y les parece "no hacer nada"/ Tan sólo que la vida recuerda: / ¡cuántas almas no se pierden por darle gusto a la lengua!". 
Finalmente, los cantores del chañar, enmendaban su juicio crítico a un acto de fe:" Yo vide correr la luna; / vide correr las estrellas y ; / orando por tu destino, / vide a un padre en el altar, / juntar el pan con el vino". ¡Vive Dios!