Señor director: 

Se ha difundido recientemente un dato que a muchos preocupa. En España y parte de Latinoamérica el 22% de los matrimonios durante el 2016 habían sido sacramentos. En este sentido es muy importante tener en cuenta que el consentimiento matrimonial de quienes van a contraer es fundamental.

Ellos se casan; el sacerdote que les casa, no les casa, pide en nombre de la Iglesia y recibe el consentimiento libre de que se quieren por esposos. No es decir, te quiero, sino porque te quiero me comprometo a quererte en tu totalidad esencial y existencial para formar una familia.

Convierto mi amor de gratuito en obligado, porque así lo quiero. Lástima que no sean más los que se casan siendo conscientes de este consentimiento.