El concepto de la democracia está en todos los libros de textos que pasaron por nuestras aulas, pero, desde la experiencia de lo vivido, sentido, hablado, discutido y testimonial, un concepto cotejado frente a las dictaduras y a los gobiernos constitucionales sería congruente. Por ello, es importante, interpretar lo que es la democracia desde que nació nuestra Patria hasta hoy y orientar a nuestros alumnos, hijos de este suelo que los vio nacer.


La democracia es y debe ser un concepto basado en la soberanía y participación de los representantes que gobiernan, elegidos por el pueblo y controlados por el régimen que impera. La democracia no debe dar lugar ni permitir adoctrinamiento de niños y jóvenes. En democracia el concepto de autoridad se protege y el de autoritarismo se reprueba; los conceptos de mando, orden, dominio, poder, superioridad y advertencia se eliminan; no hay dictadura ni absolutismos. En las escuelas, colegios y universidades hay ciencias y teorías, las ideologías ocupan el menor grado. En estos ámbitos, todos los miembros de la comunidad educativa son docentes, tanto enseñantes, padres y alumnos, unos forman, otros educan y finalmente los estudiantes son los que tienen la preferencia porque también enseñan, pero todos, unos y otros son docentes porque todos son iguales, personas e incomparables sus obligaciones pero equivalentes sus derechos. Del lado del maestro y el profesor está la nobleza y sobre ellos recae el respeto y la admiración. Del lado de los alumnos el privilegio y de los padres la potestad. Sobre los directivos, supervisores y autoridades escolares recae la funcionalidad, están en función de todos los componentes escolarizados, sus tareas son de administración y no autocráticas. En las instituciones educativas, los líderes son los científicos y maestros, los padres guías y los alumnos aprendices, los directivos y supervisores, funcionarios de la educación y su ministro o rector, administrador.


En la Educación y en la Constitución como en el almuerzo y la cena, hay un lugar para Dios. En la Educación hay formación y un Himno Nacional, no hay ídolos ni marchas sino ideales y un laborioso camino a seguir. En las escuelas se aplauden ideales y estandartes (símbolos de razón, amor, libertad y justicia). Para la Educación los mejores ámbitos son el aula, el hogar y la naturaleza, para la formación, los talleres, laboratorios, la mano de obra y la voluntad. La educación principal es la de cada casa y familia, y para la formación, la de un ministerio a su cargo. Argentina tiene un único sistema con dos tipos de gestiones: la educación pública de gestión estatal y la educación pública de gestión privada. Nadie está obligado a asistir a uno o a otro ámbito sino que cada ciudadano elige el que quiere. Lo que sí es obligatorio es la formación para conseguir una certificación en promoción o un título en una especialidad. 


La educación, no entiende de piquetes, paros, sindicaturas, partidismos; en nada tiene que ver con los males y vicios sociales; esta en absoluta neutralidad frente a la posesión del saber y a la construcción del proceso formativo y desarrollo del educando. Asistir a una institución educativa es invertir en formación para acrecentar la educación y la mayor garantía democrática es que el alumno, estudiante o aprendiz, actúe en calidad de ciudadano, se comprometa en la vida cívica y participe de su comunidad transfiriendo su aprendizaje al medio social con autonomía pedagógica, sentido de realidad y ejerciendo el derecho al voto.


(*) Filósofo y pedagogo, profesional de la educación con doctorado y especialización en el área.