En la filosofía griega, la felicidad no venía de recompensas externas o reconocimientos, sino del éxito interno. Al reducir nuestras necesidades, podemos aprender a apreciar los placeres más simples. Otras definiciones como Platón señala "el hombre que hace que todo lo que lleve a la felicidad dependa de él mismo, ya no de los demás, ha adoptado el mejor plan para vivir feliz''. Pero también podríamos decir que la felicidad es una actitud, más allá, de todas las definiciones. 


La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) presentó un reciente informe para medir el bienestar de los ciudadanos en diferentes países. Se destaca en primer lugar la educación, que no es sólo una manera de acceder al mercado laboral, sino es el aprendizaje de nuevas habilidades, es gratificante por sí mismo. Un mayor nivel de educación está directamente relacionado con una mejor salud y mayor compromiso.  


OCDE, clasifica a los países de acuerdo a la felicidad de sus ciudadanos y a su sensación subjetiva de bienestar. En este informe, Argentina ocupa el puesto 26, debajo de Brasil en el lugar 17 y Chile 24, entre los sudamericanos. Nuestra posición representa una mejora, comparada con el periodo 2012. Aunque no se puede desconocer el alto grado de corrupción, falta de cuidados ambientales y deficiente sistema educativo, el organismo tiene en cuenta los sistemas sociales y datos del mercado laboral para establecer la felicidad de los países. 


Este año, se introdujeron por primera vez, mediciones sobre las consecuencias de la desigualdad en la sociedad. Los principales factores que construyen la felicidad de un país, son las esperanzas de vida saludable, el apoyo social percibido por sus habitantes, la confianza que sienten los habitantes (medida por persona y generosidad). 


Dinamarca le arrebata el lugar a Suiza. Los daneses se sienten seguros en un país con pocos desastres naturales, escasa corrupción y ausencia casi total de sucesos dramáticos. Pocos se quejan de los altos impuestos porque a cambio reciben el acceso gratuito a la medicina general y hospitalaria. Los estudiantes reciben subvenciones mensuales por siete años. Otras naciones más felices son, Suiza, Islandia, Noruega, Finlandia, Canadá, Holanda, Nueva Zelanda, Australia y Suecia. Estados Unidos ocupa el lugar 13. 


Vivir en un país donde la economía y la felicidad tuvieran la misma importancia, parecería difícil de creer. Sin embargo, entre las montañas nevadas del Himalaya, limitando con China y la India, está el país de "Batán'', que posee por ley 60% de área forestal, porque el árbol simbolizan larga vida, belleza y compasión. Para Batán la felicidad es igual de importante que la economía. Su desarrollo depende tanto de lo material como espiritual y es de los menos corruptos de los 177 países analizados. 
Felicidad para 2017 a todos los habitantes del planeta. 
 

 

La OCDE, clasifica a los países de acuerdo a la felicidad de sus ciudadanos y a su sensación subjetiva de bienestar.