Una vista del río Amarillo, en China, que después de tanta destrucción sufrida, en la actualidad vuelve a recuperarse con políticas que ayudan al medioambiente.

En el transcurso de tres generaciones la política ambiental de China ha vivido un significativo cambio y los resultados en algunos entornos ecológicos, tras continuos esfuerzos de conservación como en la cuenca del río Amarillo, han comenzado a mostrar notables mejorías. Si bien la historia de la explotación de los ambientes en China es una de las más antiguas de la humanidad, el agotamiento de los recursos naturales y sus consecuencias sobre las poblaciones locales se manifestaron con terrible consecuencias en el siglo XX. Frente a estos problemas ambientales de escala casi continentales, el gobierno comunista chino adoptó medidas que no siempre produjeron los resultados pretendidos.

REVISEMOS ESTA HISTORIA

Desde la Revolución Neolítica que implicó la domesticación de plantas y animales, el hombre se transformó en un productor de alimentos. Para asegurar esta producción se utilizaron sin cesar los mismos recursos por muchos siglos y el hombre en incontables oportunidades no ha percibido la degradación del ambiente que explota terminando en ocasiones afectando su modo de vida. Cuando finalmente el medio ambiente colapsa, las poblaciones humanas quedan desprotegidas.

Esta dinámica mundial puede aplicarse a China en cuyo territorio se han hallado explotaciones neolíticas de más de 10.000 años a.C. en las regiones cercanas a los ríos Yangtzé y Amarillo. Esta zona es considerada como la cuna de la milenaria cultura china.

REVOLUCIÓN CHINA

Desde el triunfo de la Revolución China en 1949 el líder comunista Mao Zedong se propuso sacar a China de su estado de postergación y colocarla en el sitio de las grandes potencias mundiales. Para ello utilizó el poder que tenía sobre la población para implementar grandes planes de cambio económico, social y de producción. Tal vez el mayor de estos ejemplos fue el "Gran Salto Adelante". Este plan de modernización e industrialización forzada iniciado en 1958 tuvo un aspecto ambiental de graves consecuencias. Mao consideró que la producción china estaba afectada por cuatro "plagas": moscas, mosquitos, roedores y gorriones. 

ELIMINACIÓN DE GORRIONES

Mao creía que los gorriones comían los granos y que por lo tanto "eran enemigos del proletariado". Se habilitaron muchas formas de eliminar estas aves. Pero, no sólo se mató a los gorriones, sino que muchas otras especies de aves silvestres fueron afectadas. Sin datos comprobarles, se calcula que se mataron más de 600 millones de gorriones y otras aves.

Ante la ruptura del equilibrio natural o entropía, en 1959 y 1960, se produjo un llamativo aumento de la población de langostas que afectaron gravemente las cosechas de granos de China produciendo una gran falta de alimento, pues los gorriones servían como control de insectos dañinos, como las langostas. Según Dikötterel, en su libro "La gran hambruna en la China de Mao", la cifra de muertos producida por el régimen maoísta entre 1958 y 1962 se eleva por encima de los 45 millones. Tras la muerte de Mao en 1976 se adoptaron mayores recaudos ambientales. 

RÍO AMARILLO COMO EJEMPLO EMBLEMÁTICO

Esta nueva etapa de la política ambiental en China tiene en la recuperación de la cuenca del río Amarillo un ejemplo emblemático. La sobreexplotación de los suelos por pastoreo y desforestación habían convertido a estas milenarias tierras en una zona de desastre ambiental, produciendo pobreza y emigración de la población y otras graves consecuencias sociales y ambientales. Esta situación fue grave en una extensa región ubicada al norte de China conocida como la Meseta Huangtu o de Loes. Esta meseta, caracterizada por la presencia de tierra fina o loes de tonalidad amarillenta, se extiende por más de 600.000 km2 y brinda al río Amarillo su llamativo color.

Las principales evidencias de la degradación ambiental en la Meseta de Loes eran la pérdida de la cubierta vegetal, la desertificación y la erosión que afectaba hacia 1990 el 70% de su superficie. 

COMBATE A LA DESERTIFICACIÓN

Para combatir la desertificación se convocó a un cuerpo multidisciplinario de expertos que aconsejaron educar y comprometer a la población local en el esfuerzo de recuperación de sus propias tierras. En su lugar se empleó a la población rural en tareas de protección de bosques y matorrales nativos.

Pese a las desconfianzas que genera China en gran parte de la comunidad internacional, el caso de la Meseta de Loes, uno de los mayores éxitos ambientales del mundo, es una muestra que es posible recuperar los ecosistemas dañados y que la convivencia entre la naturaleza y la humanidad es posible, evitando errores pasados. 

 

  • Reforestación para salir de la pobreza

La reforestación y los cambios en el modo de vida han permitido que más de tres millones de personas salieran de la pobreza desde 2010 y se aumentara la taza de empleo del 70 al 87% en la región cercana a los ríos Yangtzé y Amarillo. El gobierno chino informa de una llamativa taza de supervivencia del 90% de los árboles plantados y los cambios son evidentes. En 2020 se informó que la erosión del suelo en la cuenca del río Amarillo había disminuido en 202.300 km2, y se habían recuperado un 43% de los suelos. Además se creó un plan para que la cuenca del río Amarillo sea manejada como un recurso hídrico integral orientado a la protección y la utilización racional del recurso fluvial y aumentar la conciencia sobre la conservación del agua y el suelo en toda la sociedad. Una última expresión de este plan fue la entrada en vigencia en abril de 2023 de una nueva ley sobre protección ecológica y desarrollo de alta calidad de la cuenca del río Amarillo.

Precisamente la reforestación es un ejemplo para la provincia de San Juan, que tiene una necesidad vital de ser reforestada en sus casi 90.000 km/2 de superficie. Esto redundará en beneficios económicos para la provincia. Además, los gobiernos de turno, tienen la responsabilidad de tomar esta situación como cuestión de Estado, debido a los efectos del cambio climático y la sequía prolongada que sufre nuestra provincia.

 

Por Prof. Guillermo Genini
Magíster en Historia