Durante este periodo de casi dos años en que dejé de enviar estas notas a DIARIO DE CUYO, hubo acontecimientos de todo tipo. Algunos de ellos, me llegaron al alma, como la muerte de algunos amigos, y otros se quedaron en el amague de una prosa que, finalmente, quedó en eso. En una intención, nada más.

Entre ellas. Una que le debía a Juan José Méndez de Socio, que nos dejara hace un tiempo. El “Profe”, como le decían, estuvo ligado a mis primeras armas en el periodismo deportivo, que fueron en este diario. Al principio como “colaborador”, hasta que me tocó la colimba, y luego, al regreso, en el desaparecido diario Tribuna.

                  “Pepe” Méndez de Socio

En esos años de la década del 60, “Pepe” Méndez tuvo un protagonismo central en el fútbol sanjuanino, y era referencia obligada para los equipos que aspiraban al campeonato. Por eso no extrañó que se lo convocase para dirigir la selección sanjuanina, que ganó bajo su dirección dos campeonatos argentinos consecutivamente, en 1964 y 1966. El primero en Mar del Plata y el segundo en Mendoza.

Al frente de las hazañas sanjuaninas
Mis congéneres deben recordar bien esas hazañas, y a los más nuevos les digo que se trataba de la “Copa Adrián Becar Varela”, que enfrentaba a todas las ligas del interior del país.

Eran los campeonatos del futbol “chacarero”, y que estaba vedado para los equipos profesionales. Había grandes selecciones: Córdoba, Tucumán, Santiago del Estero, Mendoza, Salta y Mar del Plata, eran eternos candidatos al título y entre ellos se “coló” San Juan, sorpresivamente primero en 1957, consagrándose en cancha de Vélez, y con determinación después, con el doble título del 64 y 66.

Antes de técnico, ya el “Pepe” Méndez llamaba la atención por sus cualidades como preparador físico, y don Néstor Antonio Gahona, Jefe de Deportes de DIARIO DE CUYO de entonces, me encomendó que lo entrevistara. Quedamos en encontrarnos en la Escuela Nacional 130, donde el “Pepe” era maestro de grado y después Director. Esa escuela era muy querida por nosotros, pues muchos pibes de la Esquina Colorada y de la Villa Flora hicieron allí la primaria. Estaba sobre la San Miguel, pasando la Correa, (hoy Cabot). Me atendió en la galería en medio del bullicio de los alumnos pues era hora de recreo.

Docente, estudioso y gran motivador
Fue un estudioso del fútbol, y derivó de preparador físico en técnico. Alguna vez que lo entrevisté en su casa del Barrio Chacabuco, me exhibió su biblioteca donde abundaban libros de táctica y estrategia, así como sobre los últimos adelantos en entrenamiento físico. Y logró en una lograda síntesis, amalgamar las condiciones técnicas del jugador sanjuanino con un adiestramiento atlético que marcó diferencias con los adversarios. Pero una de sus principales virtudes fue la de ser un gran motivador. Fue una época, mediados de los 60, donde surgieron jugadores de acreditadas condiciones, caso Alberto Naveda, el “Pirulo” Molina, Alfredo Cortez, Edgar Villalba, el “Carozo” Balmaceda, los hermanos Vega, el “Pelado” Paz, Edgar Rosas, “Pepillo” Rodríguez, y otros que se metieron en la historia grande de nuestro fútbol.

Recuerdo que en 1965 llegó a dirigir mi querido Del Bono, que con la venta de Edgar Villalba mejoró su estado económico y pudo adquirir buenos refuerzos, entre ellos el “Vaquero” Barrionuevo y el pocitano Názer, uno de los grandes goleadores que tuvo el fútbol local. Pude ver a mi querido equipo llegar por primera vez a una posición de privilegio. Ese año, fue sub-campeón, detrás de Peñarol. Fue indudable la influencia del “Pepe” en los rendimientos que logró ese equipo.

Hechos que marcaron al deporte sanjuanino
En 1969 dirigió a Sportivo Desamparados y lo clasificó por primera vez al Torneo Nacional. También incursionó en el hockey sobre patines, dirigiendo equipos sanjuaninos, y la selección argentina, que logró el título del mundo y en 1992 la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona.

Una gran historia la de José. Al final uno cae en hacer una reseña de sus éxitos deportivos, pero el sentido de esta nota fue la de resaltar su condición humana, sus dotes personales, su empeño por mejorar siempre y su infinita pasión por los deportes, que le devolvieron con creces tanto afán. Un grueso lagrimón dicen que bajó por las gradas de la cancha de Sportivo cuando se conoció la noticia de su fallecimiento. También vibraron de pena dos copas argentinas que, aunque brillantes de gloria, tristoneaban en las vidrieras de la Liga Sanjuanina de Fútbol.

>Protagonismo en el fútbol sanjuanino
En esos años de la década del 60, “Pepe” Méndez tuvo un protagonismo central en el fútbol sanjuanino, y era referencia obligada para los equipos que aspiraban al campeonato. Por eso no extrañó que se lo convocase para dirigir la selección sanjuanina, que ganó bajo su dirección dos campeonatos argentinos consecutivamente, en 1964 y 1966. El primero en Mar del Plata y el segundo en Mendoza.

Por Orlando Navarro
Periodista