En Argentina rige un sistema de tipo de cambio con flotación combinado con una limitación para las personas jurídicas para el libre movimiento de divisas, es decir, no hay cepo para las personas físicas, pero si para las personas jurídicas, o, empresas.

Dicho movimiento de flotación del valor de la divisa tiene un ámbito acotado de libertad, ya que tiene un piso de 1.000 pesos por dólar en la parte inferior y de 1.400 en la parte superior, sumando cada mes un 1% tanto en el piso como en el techo, ampliando el ámbito del valor de la zona libre.

Entonces, dentro de las bandas inferior y superior la flotación es determinada endógenamente por el mercado, ya que, no hay ni compra ni venta de divisas por parte de la autoridad monetaria estatal.

Luego, si la flotación excede el valor de la banda superior, entonces, el estado interviene vendiendo para frenar el ascenso del valor a través de la ampliación de la oferta de divisas. Ya que, si hay oferta suficiente, ello, regula el precio mediante la cantidad de divisas ofrecidas conteniendo a la demanda evitando la suba de precio.

En la otra punta, si se ubica el valor de la divisa por debajo del piso inferior de la banda, entonces, el Gobierno interviene comprando divisas, es decir, generando que haya demanda de divisas. Ya, que, si hay demanda ello evita que el valor del tipo de cambio caiga, se sostenga y recupere valor en una suerte de movimiento ascendente del mismo.

¿Cómo devalúa el Estado, si no puede intervenir al interior de la franja de flotación?
El esquema cambiario, en abstracto, está muy claro, tanto en su naturaleza, y, en la manera en cómo se espera deba ser su dinamismo, pero, como la realidad siempre supera a la abstracción conceptual con la cual se instrumenta cualquier esquema de conceptos que pretende regir esa realidad, sucedió, que pasaron cosas, Y ocurrió algo imprevisto que no toleró la total prescindencia del estado en esta materia, en razón de ello, no tuvo más remedio que involucrarse en el esquema de flotación dentro de las bandas, en el siguiente modo:

Desde que se elimino el cepo y se introdujeron las bandas de flotación el esquema anduvo conforme al manual de instrucciones, inclusive, todo hacía indicar que podía ser necesario que el estado intervenga comprando divisas para que se precipite por debajo del limite inferior de esa franja de cotización.

Pero, en el mes de julio de 2025, ocurrió lo contrario, ya que el movimiento ascendente en la cotización de la divisa, y, además, en un muy corto lapso de tiempo, llevó a la configuración de una realidad inversa de suba del tipo de cambio. A raíz del cual, la autoridad monetaria concedió que podría ser posible intervenir con oferta de divisas (venta de dólares) para regular el precio de la misma, y, así, conjurar el peligro de que no contagie a precios esa dinámica de ascenso del valor del billete extranjero.

Es decir, que, el dilema que debían enfrentar la autoridad monetaria y el tesoro, era cómo generar una suba de valor del tipo de cambio sin su intervención, ya que dentro de las bandas lo tenían prohibido. Atento que el sistema no es de intervención estatal al interior de la franja de flotación.

Oferta de pesos excedentes
En consecuencia, lo hizo liberando una gran cantidad de pesos desde una palanca del Tesoro, las LEFI, cerca de 15 billones de pesos, que estaban estacionados en depósitos contra esa letra ganando tasa a corto plazo.

Esto significa que el Estado, a través, de la Tesorería, no el BCRA, coloco en el mercado monetario una amplísima magnitud de oferta de pesos excedentes.

Luego, como había una profusa oferta de pesos buscando cobertura, parte de esa masa de pesos, se redirigió a generar demanda de dólares, y, con ello, se gestó la suba de la cotización. De esta manera el Gobierno, salvó la esencia del sistema no interviniendo el BCRA, pero, si condicionó la suba de la cotización de la divisa, o, lo que es lo mismo, la devaluación del peso, mediante el uso de una herramienta indirecta, estándar y habitual de la tesorería.

El control de daños colaterales de la suba del tipo de cambio
Finalmente, esta decisión de corregir por vía inducida e indirecta el nivel del tipo de cambio (devaluación), fue convalidada (y antes de ello reclamada) por el FMI, con lo cual queda claro que la intención del gobierno no solo fue avanzar en la auto regulación de la liquidez del sistema. Si no, generar un escenario más favorable a la profundización del perfil exportador del país que fortalezca el poder de fuego en divisas del BCRA. De modo que, es la escasez de reservas el elemento objetivo que forzó estas acciones de política monetaria para cambiar el panorama preexistente. No obstante, lo hecho, se observa que este nuevo escenario del valor más alto del tipo de cambio no está exento de efectos en los precios, ni en la tasa de interés, y, en cómo puede resultar para el objetivo de acumular reservas a futuro. De modo que hay efectos colaterales para monitorear en el día a día, porque sigue muy volátil el escenario de las variables afectadas, y, seguramente, el gobierno, tendrá que salir a hacer control de imponderables.

> ¿Por qué el Gobierno necesitaba un tipo de cambio más alto?
En rigor de verdad lo que ocurrió, mirado más de cerca el fenómeno, es una suba del tipo de cambio (devaluación) no decidida por decreto estatal, sino, mediante estrategias financiaras con letras del tesoro, que llevaron a una nueva paridad inducida por una liberación de pesos del Tesoro.

Pero, hete aquí, que lo que llevó en definitiva al gobierno al liberar 15 billones de pesos, con todo el riesgo que ello significa en términos de amenaza seria en la estructura de los precios, fue que necesitaba recaudar reservas cuya meta anual la tenía incumplida con el FMI. Ya que, con un tipo de cambio muy atrasado, ello no es atractivo para producir ni liquidar el resultado transable de las exportaciones, por lo tanto, esa situación no era pro recaudatoria de divisas para el estado, sino, todo lo contrario.

De modo que la arriesgada decisión de librar al ecosistema monetario una cantidad de oferta de pesos tan grande (1 tercio del total de la masa monetaria ampliada que es de 49 billones), fue inducida por el estado como una manera de corregir el tipo de cambio tan bajo y dar pábulo a un esquema de tipo de cambio más alto (devaluación del peso).

Por Dr. Mario Alfredo Luna
Abogado. Ex Pte. del Concejo Deliberante de Jáchal