La Universidad Católica de Cuyo, a través de su Facultad de Ciencias Médicas realizó recientemente, en el Memorial del Santuario Arquidiocesano San José de Jáchal, la LXVIII Colación de Grado en la que recibieron sus diplomas 14 nuevos enfermeros universitarios, marcando el cierre de una etapa académica y el comienzo de un compromiso profesional con la salud y la vida de la comunidad.

La carrera que comenzó a dictarse en 2022 fue posible gracias a un convenio entre la Universidad Católica de Cuyo, a través de su Facultad de Ciencias Médicas e impulsado por la entonces decana Dra. María Inés Dufour y el Instituto Farías. Con esta decisión se logró brindar una oportunidad de crecimiento profesional para los estudiantes de Jáchal, fortaleciendo el sistema de salud local al garantizar la disponibilidad de personal calificado y comprometido con el bienestar de su comunidad.

Durante el acto de colación de grado, se puso mucho énfasis en la importancia que tiene para Jáchal este nuevo grupo de profesionales que se han formado académicamente bajo la concepción que tiene la Universidad Católica de Cuyo, es decir el vínculo que debe haber entre el conocimiento científico y el humanismo de los flamantes enfermeros.

En este sentido el decano de la Facultad de Ciencias de la Salud, Esp. Sergio Gabriel Albarracín remarcó el significado del acercamiento a las comunidades del interior y dijo que el diploma que han recibido no representa únicamente conocimiento científico y técnico, expresa, sobre todo, un valor que nos distingue y que queremos destacar con fuerza: el humanismo. La enfermería es, por excelencia, la profesión del cuidado, de la cercanía y del servicio a la vida. Cada paciente es una persona única, con dignidad y con sueños y es allí donde se juega el verdadero sentido de la vocación”.

Además destacó el tema de la equidad en la educación, señalando que todos merecen las mismas oportunidades de aprender y crecer. También la equidad en la salud, porque cada persona, sin importar dónde viva, tiene derecho a cuidados de calidad. Estos enfermeros jachalleros han asumido la misión de trabajar por una sociedad más justa, más humana y más solidaria.

En otra parte destacó que hay que recordar que la grandeza de la enfermería no se mide sólo por la técnica, sino por la capacidad de cuidar con amor, respeto y dignidad.

Durante la ceremonia estuvieron presente el arzobispo de San Juan de cuyo, Monseñor Jorge Lozano; la rectora de la Universidad Católica de Cuyo, lic. María Laura Simonassi, entre otras autoridades de esa casa de estudios y del Gobierno de la provincia.

En otro pasaje del acto los egresados manifestaron que eran concientes de que no han elegido una vocación fácil y que su misión será la de asistir a donde nadie quiere ir, donde un abrazo o una palabra cura más que un fármaco. “Seremos la esperanza en lugares donde el acceso a la salud es limitado, la voz de quienes no pueden expresar su dolor y las manos que aliviarán el sufrimiento”, sostuvieron.

También expresaron que “La esencia de la enfermería no reside en los grandes hospitales, sino en el corazón, empatía y humanidad de quien la ejerce. Por eso, aunque la medicina avance, hay que mantener siempre esa avidez de aprender y la humildad de reconocer que habrá algo nuevo por descubrir”.

Por Redacción de
DIARIO DE CUYO
Fuente: Por Eduardo Tello – Prensa UCCuyo