El gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, planea hacer un llamamiento para reducir drásticamente el derecho de asilo en las Naciones Unidas, mientras busca deshacer el marco posterior a la Segunda Guerra Mundial en torno a la protección humanitaria.

Funcionarios del Departamento de Estado esbozaron planes para un evento a finales de este mes al margen de la reunión anual de la asamblea general de la ONU que pediría reformular el enfoque global del asilo y la inmigración para reflejar la postura restrictiva de Trump, según dos documentos de planificación interna revisados por Reuters y un portavoz del Departamento de Estado.

De acuerdo al marco propuesto, los solicitantes de asilo tendrían que pedir protección en el primer país en el que entren, no en una nación de su elección, dijo el portavoz. El asilo sería temporal y el país de acogida decidiría si las condiciones en su país de origen han mejorado lo suficiente como para regresar, un cambio importante con respecto a cómo funciona el asilo en Estados Unidos y en otros lugares.

La administración Trump ya ha reescrito e1 enfoque estadounidense de la inmigración, dando prioridad a los sudafricanos blancos para la entrada y deteniendo por la fuerza a los que están en el país ilegalmente. Con el evento de la ONU, Trump estaría llevando esa visión restrictiva a nivel global, instando a su adopción por parte del organismo mundial que estableció el marco legal internacional para el derecho a solicitar asilo.

Uno de los documentos describe la migración como “un desafío definitorio para el mundo en el siglo XXI” y dice que el asilo “se abusa rutinariamente para permitir la migración económica”. Pide que se reforme el enfoque global de la migración en todo el mundo y se limite en gran medida la capacidad de las personas para solicitar asilo.

Mark Hetfield, presidente del grupo de reasentamiento de refugiados HIAS, defendió los acuerdos globales existentes por considerar que garantizan que las personas nunca serán objeto de persecución sin una vía de escape.

“Ahora mismo, si alguien llega a la frontera de cualquier país porque huye para salvar su vida por motivos de raza, religión, nacionalidad, grupo social u opinión política, tiene derecho a protección”, afirmó Hetfield. “Si esto cambiara, volveríamos a la situación en la que estábamos durante el Holocausto”.

El vicesecretario de Estado, Christopher Landau, dirigiría el acto paralelo en la ONU, según el documento de planificación.

En una audiencia de confirmación en el Senado el jueves, Andrew Veprek, el nominado de Trump para liderar la división de refugiados del Departamento de Estado, pidió remodelar el enfoque global del asilo.

“Tal vez la causa raíz más importante de la migración masiva e ilegal de hoy es el abuso de los sistemas de refugiados y asilo”, dijo Veprek. “El actual marco de acuerdos y normas internacionales sobre migración se desarrolló tras la Segunda Guerra Mundial en un contexto geopolítico y económico completamente distinto. No se puede esperar que funcione en nuestro mundo moderno, y de hecho no lo hace”.

Por Ted Hesson y Jonathan Landay
Agencia Reuters