La idea no es nueva pero ahora toma impulso con el agravamiento de la crisis hídrica. Se trata de una propuesta para usar los líquidos cloacales tratados de la planta depuradora de Cerrillo Barboza, en Rawson, para regar unas 4.000 hectáreas en los alrededores del establecimiento. Pero para poner en marcha la iniciativa hace falta una ley que regule la actividad y establezca la forma para implementarla, según dio a conocer el secretario del Agua, Ramiro Cascón.

El funcionario explicó que la intención es que se puedan regar cultivos que no tengan llegada directa a la mesa, como la lechuga o el tomate, sino otros que puedan tener usos industriales o para un destino forestal o forrajes para alimentar animales. Mencionó en particular álamos, eucaliptus, pistachos, viñedos, alfalfa o maíz.

Incluso dijo que ya hay empresas interesadas en usar esas tierras y han mantenido encuentros en el ámbito del Ministerio de la Producción. Pero falta una ley que reglamente el uso de esas aguas tratadas y establezca el modo de distribución de los terrenos y si se cobrará un canon por el uso o se entregarán los terrenos por un tiempo determinado a cambio de la inversión en los cultivos.

Según Cascón quieren tener la ley antes de fin de año y fue uno de los temas tratados en la visita de los expertos de la empresa estatal del Agua de Israel, Mekorot, que estuvieron en San Juan para elaborar un Plan Maestro de Conservación y Gestión del Agua.

En la elaboración de la propuesta están participando los técnicos de Obras Sanitarias Sociedad del Estado (OSSE), que administra la planta depuradora del Cerrillo Barboza, al igual que representantes del Departamento de Hidráulica.

Con los trabajos de ampliación en la planta que se están llevando adelante (ver aparte), se pueden llegar a utilizar unos 3 m3/s de aguas tratadas, suficientes para regar el terreno comprometido en los alrededores del establecimiento. Incluso, para sumar más terrenos, no descartan construir una red de canales para transportar esas agua, ya que no se puede utilizar la red de canales de riego que tiene la provincia.

El ciclo que genera la planta depuradora comienza cuando se utilizan las aguas en cualquier hogar o industria, que puede ser para lavar la vajilla o de uso en el baño, con lo que se convierten en líquido cloacal, que contiene materia orgánica y microorganismos patógenos que pueden afectar la salud de las personas. A través de las redes cloacales, los líquidos son recolectados y transportados hacia las respectivos establecimientos depuradores. Allí, los líquidos cloacales son tratados y depurados para su posterior reutilización. Hasta ahora, ese destino es exclusivamente para el riego forestal, en los alrededores de los establecimientos existentes, pero la intención es que se puedan usar para el riego agrícola, con toda una serie de cuidados. Esto es lo que deberá establecer la nueva ley que hace falta impulsar.

La intención es que el productor o la empresa que va a llevar adelante un emprendimiento reciba agua rica en materia orgánica y nutrientes, por lo que se reducen los costos de fertilizantes. Lo importante es observar las medidas higiénicas adecuadas para evitar afectaciones en la salud de las personas, como consecuencia de la utilización de aguas residuales deficientemente tratadas.

Un antecedente de lo que se quiere hacer en San Juan es lo que ocurre en Mendoza. En la vecina provincia existen más de 20 Áreas de Cultivos Restringidos Especiales (ACRE), abarcando más de 7 mil hectáreas, donde se riegan los cultivos con efluentes domésticos tratados bajo estrictas normas sanitarias establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Con esa práctica se completa el tratamiento que se lleva a cabo en las plantas depuradoras de efluentes y se incorporan nutrientes a los suelos, logrando un aprovechamiento económico que adquiere importancia en una zona árida como la de esa provincia.

 

Ampliación

5  Es el porcentaje de los cultivos que se podrían ampliar con el uso de las aguas tratadas de las actuales 80.000 hectáreas.

 

Ventaja

Uno de los aspectos positivos de la propuesta es que al reutilizar las aguas de los efluentes cloacales tratados para regar áreas con derechos de agua, superficiales o subterráneos, se incrementa la disponibilidad ya que se liberan recursos hídricos para otros fines.

 

  • AMPLIACIONES

La planta de tratamiento de líquidos cloacales Cerrillo Barboza fue inaugurada en 2009 y está diseñada para depurar los líquidos provenientes del Gran San Juan, mediante el método de lagunas facultativas. Con el fin de tratar el caudal proyectado por las nuevas conexiones que se avecinan es que actualmente OSSE está construyendo una nueva serie de lagunas para ampliar el servicio.

Además, se está instalando una nueva estación elevadora de bombeo, un canal de aducción y un aforador Parshall, entre otras obras civiles. Y también está previsto la construcción de una plataforma de descarga de camiones atmosféricos.

En la actualidad en la provincia hay 11 establecimientos depuradores funcionando y se van a sumar dos más, en los departamentos Valle Fértil y Albardón.