Los cambios registrados en los últimos años en el sistema de engorde de la hacienda bovina provocó un cambio en el gusto de la carne vacuna. Esto lo develó un estudio realizado por Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Balcarce. El informe dice que "la mayoría de los consumidores" consultados aseguran que la carne vacuna "tendría sabor a cerdo".