La idea es proteger un eslogan, las frases publicitarias o la marca de la empresa, que es el signo distintivo que le da identidad a un producto o servicio y a la compañía. Para lograr el objetivo hay que hacer el trámite de registración y obtener el título de propiedad. En San Juan la tendencia está en crecimiento al punto que hasta el año pasado se hacían 3 registros por mes y este año se hacen 15, según dijeron fuentes del sector.

"El capital intelectual, compuesto por las marcas, los modelos y diseños industriales y las patentes de invención, se reconocen hoy como el activo más importante que poseen las empresas más grandes y poderosas del mundo. Para dichas empresas, el capital intelectual es la clave del dominio del mercado, de su continua rentabilidad y de una mayor competitividad", dijo José Luis Sánchez, desde Servijus Soluciones Legales, que en San Juan asesora y realiza el trámite.

"El problema es que en la provincia, muchas de las empresas aún no toman plena conciencia de la función que tienen los derechos de propiedad intelectual en el capital de la empresa, pero afortunadamente eso está cambiando", agregó.

Las marcas tienen dos fines fundamentales en el comercio, uno el de proteger la inversión de los titulares marcarios en la formación y consolidación de la clientela y el otro evitar que el consumidor sea engañado con productos similares y de baja calidad.

Frente a esta situación, no realizar la inscripción de la marca puede traer una serie de desventajas. Por ejemplo, mientras no se de el paso, la marca no es propiedad de la empresa y por ende cualquier persona la puede utilizar y aprovecharse de ella. Y el empresario no podrá ejercer el derecho de propiedad hasta que no tenga el título de propiedad o inicie el trámite de inscripción.

Pero también, que una empresa use marcas de terceros o similares para sus productos o servicios, puede ser motivo de recibir demandas por daños y perjuicios, decomiso de los producto con marca ajena y hasta multas. Y todo con costos y gastos innecesarios en honorarios y procesos judiciales.

Por eso lo aconsejable es obtener la propiedad de una marca y protegerla. Para eso hay que inscribirla en el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INPI).

Para dar el paso, lo primero es verificar si está disponible y no fue registrada por otra persona. Este trámite inicial es gratuito y lo debe hacer un especialista en la materia para evitar oposiciones de titulares de marcas ya inscriptas o similares al momento de la inscripción.

El costo aproximado y dependiendo de los productos o servicios a proteger por la empresa es de entre $15.000 a $25.000. Y se obtiene la propiedad de la marca por 10 años.

El plazo se puede renovar indefinidamente para mantener la propiedad en el tiempo. Esta renovación se debe hacer antes de que se produzca el vencimiento, cuando se vuelve a abonar el arancel de inscripción, ya que si no se renueva se pierde la propiedad y otro puede usarla.

El costo del arancel que se debe abonar en el INPI por inscripción de una marca es de $ 2.210, y se abona al iniciar el trámite.

La duración del proceso de inscripción tarda aproximadamente 14 meses desde la solicitud de inscripción, pero la protección legal comienza con el ejercicio del derecho a solicitar esa inscripción, lo que indica la intención de hacerla propia.


VENTAJAS

Las marcas se utilizan para promover la comercialización y la venta de productos y la comercialización y la prestación de servicios. Otra ventaja del uso de marcas es que sirven también para denotar una cualidad concreta del producto o servicio.