Tras las quejas de los integrantes de la Cámara de Prestadores Mineros de Iglesia (Capresmi), que sostenían que no eran tenidos en cuenta por Deprominsa, la empresa que lleva adelante el proyecto de cobre Josemaría, los proveedores dijeron ayer que hay expectativas de poder avanzar en negocios con la minera. Fue tras un encuentro que tuvo lugar ayer en el que participó el secretario de Minería de la Nación, Alberto Hensel, quien dijo que "entiendo la ansiedad de algunos sectores por participar, pero los problemas no se resuelven con banderazos ni improperios".

El funcionario habló de la necesidad de "hacer un inventario de las capacidades locales" y ofreció un programa de asistencia técnica y financiera para las pymes mineras. "Tenemos confianza que el proyecto va a ir hacia adelante, pero cualquier cosa que vaya más allá de la búsqueda de diálogo no sirve", sostuvo el funcionario.

A su turno, el intendente iglesiano Jorge Espejo manifestó que "hace falta que se pongan en marcha los motores que todavía no están funcionando porque queremos que se pueden insertar en la actividad los que todavía no lo han podido hacer, quizás por falta de herramientas o asesoramiento".

Fernando Varela, titular de la Capresmi, dijo que "estamos conformes con la reunión" y agregó que "es bueno que estemos alineados la cámara, la empresa y los gobiernos municipal, provincial y nacional".

Además de Hensel y del intendente Espejo, en el encuentro participaron la secretaria de Política Minera de la Nación, Silvia Gimbernat; el secretario de Desarrollo Sustentable de la provincia, Juan Manuel Pinto; Susana Figueroa y Fernanda Luna, del equipo técnico del Plan Minería Social y Huellas Mineras de la Secretaría de Minería de la Nación y de la Red de Mujeres Mineras argentinas; y el responsable de Relaciones institucionales del proyecto Josemaría, Iván Grgic.

En la cámara hay unas 75 empresas asociadas, capaces de brindar servicios desde elaboración de viandas, provisión de baños químicos, máquinas viales, transporte de carga, servicio de transporte de pasajeros, gimnasios, colocación de vidrios lavandería, limpieza, panadería, aporte de verduras al vacío y ferretería, entre los principales rubros.

La de ayer fue la segunda reunión que los proveedores iglesianos han tenido con la conducción de Josemaría. Es que el martes, en las oficinas del Ministerio de Minería de San Juan ya hubo un encuentro previo en que la cámara y Deprominsa suscribieron un acta en la que se comprometieron a llevar adelante una serie de acciones. Entre ellos la formación de una mesa interempresarial con la participación de la Capresmi y de la conducción del proyecto minero, con la participación del Gobierno provincial como veedor. Otro punto fue que, como se estima que hay alrededor de un 17% de los contratos con proveedores que no están en la provincia, el compromiso fue trabajar para ver la posibilidad de algunos de esos bienes o servicios puedan ser aportados por empresas locales. Para acordar los distintos aspectos para avanzar con la negociación, las partes acordaron mantener una nueva reunión el 17 de noviembre en el nodo de Pismanta "para determinar los bienes y servicios que puedan ser aportados por proveedores locales".

Según explicó Varela, el temor es que, tal como ocurrió en la primera etapa de Veladero, queden afuera de los contratos.

  • El emprendimiento minero

El emprendimiento Josemaría es una mina de cobre y oro, y está localizado en Iglesia, al norte de la provincia de San Juan. Limita hacia el oeste con Chile y al norte con el departamento de General Lamadrid, en La Rioja. Todas las instalaciones del proyecto se van a desarrollar en San Juan, con una altitud comprendida entre los 3.700 y los 5.300 msnm. Para llegar hasta el proyecto se contempla la construcción de un camino que atravesará los parajes de Angualasto, Buena Esperanza, Malimán y La Chigua.

Las primeras prospecciones comenzaron hace 18 años, periodo en el cual se establecieron las propiedades mineras, se generaron los primeros permisos, se comenzó la exploración inicial, media y avanzada. Los estudios de línea de base socio-ambientales se iniciaron en 2013.

El propósito es aprovechar recursos minerales de cobre, con contenidos de oro y plata durante un periodo estimado de 19 años. La mina será de tipo convencional, a cielo abierto y procesamiento del mineral mediante trituración, molienda, flotación, espesamiento y filtración del concentrado.

El producto final obtenido del proceso será un concentrado de cobre, oro y plata, que será transportado en camiones hasta la localidad de Albardón, y luego por ferrocarril hasta la Terminal Puerto Rosario, en Santa Fe. Finalmente será exportado hacia fundiciones en Asia o Europa.

El proyecto está actualmente en proceso de aprobación de su declaración de impacto ambiental, aunque todavía no hay fecha para que esté listo.