El Gobierno extendió hasta el 12 de junio el plazo de negociación con los bonistas para cerrar la reestructuración de la deuda. Hasta ese día, el Gobierno espera continuar el diálogo con los acreedores y "enmendar" su oferta de pago para acercar posiciones.

El canje de deuda entrará hoy en una nueva recta final hasta el viernes. Ese día vencerá el plazo oficial de conversaciones con los acreedores. El Poder Ejecutivo se guarda el derecho de prolongar aún más el proceso de reestructuración, aunque tratará en las próximas horas de achicar las diferencias.

Según comentó este domingo el ministro de Economía Martín Guzmán, en el equipo económico "apuntan a enmendar" la oferta de pago realizada a los bonistas. Una primera propuesta fue presentada el 17 de abril pasado y hace diez días se conoció una modificación con cláusulas levemente más favorables a los bonistas.

Ese avance fue insuficiente para lograr la aprobación de los tres principales grupos de acreedores que negocian con línea directa con Guzmán. "Estamos trabajando con los acreedores para acercarnos lo máximo posible a un punto que le sirva a Argentina. Buscamos un acuerdo que cuide a la Argentina, que sirva para toda la Argentina, no solamente para algunos sectores", dijo el jefe del Palacio de Hacienda.

"Esto es un proceso. Resolverlo lo más rápido posible es lo mejor para todas las partes. Pero lo más importante es resolverlo bien. Ese es un camino que hay que transitar, y hoy no estamos en condiciones de enmendar la oferta pero sí apuntamos a enmendarla", declaró en diálogo con el diario Perfil.

Respecto a la oferta vigente, Guzmán consideró que "el recorte de capital es muy modesto". "Lo que se hace es normalizar las tasas de interés, llevarlas a niveles que el país pueda enfrentar, que no son los niveles que fueron pactados (al momento de emitir la deuda), menos en un contexto en que no hay acceso al mercado de crédito", concluyó.

Según estimaciones privadas, entre la segunda oferta oficial y la contrapropuesta de los acreedores, existen aún unos U$S21.000 millones de diferencia. Según el estudio Rubinstein y Asociados, los bonistas pretenden pagos hasta 2046 por U$S107.237 millones mientras que el Palacio de Hacienda prevé U$S86.196 millones.

El "valor" de la segunda oferta argentina a los bonistas, estimó la consultora EcoGo, se acercó a los 47 centavos por cada dólar de deuda. El Gobierno podría entonces apuntar a llegar los 50 centavos, en línea con lo que recomendó el Fondo Monetario Internacional la semana pasada.