Un fuerte temporal de lluvia y granizo golpeó la noche sanjuanina del martes, y devastó cultivos de vid y chacras, principalmente en una franja del este sanjuanino comprendida por los departamentos Santa Lucía, 9 de Julio y Caucete. De acuerdo a lo relevado entre las entidades de productores de la provincia, se estiman pérdidas de entre el 20 y 50 por ciento en una superficie de más de 11.500 hectáreas de viñedos, el 25% del total de la superficie que hay en San Juan, que es de 44.923 ha, según el INV. A su vez, se registran daños del 90% -y en algunos casos del 100%- en las chacras de melón, tomate, lechuga, choclo, pepino y zapallito. Los daños fueron calculados por el sector privado, ya que desde el ámbito oficial se encuentran recepcionando denuncias y esperan con el correr de los días poder cuantificar las pérdidas, aunque según indicó el secretario de Agricultura, Marcelo Balderramo, pueden ser cuantiosas en esas zonas.

La tormenta tiró hojas y arrancó las puntas de los racimos en formación de las vides.

El funcionario salió ayer con técnicos del área a recorrer las zonas afectadas y recordó a los productores hacer las denuncias para poder acceder a los aportes no reintegrables que entrega el Ministerio de Producción -de acuerdo al porcentaje de pérdidas- y que reemplazaron al anterior Seguro Agrícola que funcionaba con el banco.

Las lechugas, como todo el verdeo de temporada, no resistieron el embate del granizo.

Desde la Mesa Vitícola, Pablo Martín informó que en Caucete, 9 de Julio y Santa Lucía se registran daños sectorizados, de entre el 20% y el 50%, siendo la zona más afectada en viñedos la de La Puntilla, en Caucete, justo al límite con San Martín, donde también hubo afectación. Agregó que esos porcentajes se incrementan en chacras de una parte de 9 de Julio y de Santa Lucía. ""A las hectáreas de lechugas las molió. Respecto a la vid, estamos empezando la temporada, el grano está cuajando y las puntas de los brotes están sesgadas", informó. En la Federación de Viñateros relevaron daños en una franja que se inició en Marquesado (Rivadavia) y golpeo más fuerte a medida que avanzó sobre zonas santaluceñas, atrás del Aeropuerto y en zonas aledañas a Taranto, en 9 de Julio, hasta llegar a La Puntilla y calle La Plata en Caucete, informó su presidente, Eduardo Garcés.

Lamentable: amplias hectáreas de zapallitos fueron impactadas por la fuerza de la piedra.

Por su lado, Ángel Leotta, desde la Cámara Vitivinícola, indicó que hubo daños del 50% en fincas cauceteras como Parrales de Viñas de Alicante SA y en viñedos como los de José Luis Sánchez, y reportó además daños de consideración en Alto de Sierra, en Santa Lucía. Desde allí, el viñatero Enzo Lapetta calcula daños del 50% en su finca de 20 hectáreas "aunque habrá que esperar la evolución en los próximos días". Andrés Roca, productor y presidente de la Junta de Riego de Caucete, coincidió en que la lluvia y el granizo "hicieron daños por sectores" y que cuando se pueda entrar a los parrales se podrá ir evaluando las pérdidas. Agregó que pese a la lluvia, Hidráulica no podrá cortar el agua de riego por canales "porque en 25 de Mayo, Angaco y Albardón no ha llovido nada".

Quien estaba muy apenado por la situación es Osvaldo Recio, titular de la Sociedad de Chacareros. Dijo que en la zona afectada los chacareros han perdido el 90% y en algunos casos todos los cultivos de verdeo y melón, incluso algunos invernaderos han sido muy afectados. Agregó que la entidad va a salir a ayudar a los afectados con los tractores para arar los surcos perdidos. "Los más dañados son los más chicos, que no tienen espalda. Venirnos de la pandemia, luego la sequía y ahora la piedra", lamentó Recio. En la finca de Toni Millán, en Las Chacritas, la tormenta afectó sus viñedos, pero arrasó con las plantaciones de melones y zapallitos. Llamó la atención que allí al mediodía de ayer se podían ver las huellas de la piedra marcadas en la tierra.

Familias evacuadas

Por la intensa lluvia del martes a la noche, 16 familias fueron evacuadas en el departamento de 9 de Julio ayer. Son habitantes del Loteo Municipal en Las Chacritas, que debieron abandonar sus casas para ir a lo de algún familiar o a la Policía.