La propuesta del INV al autorizar el tanque de acero inoxidable de entre 20 y 50 litros para que el vino pueda venderse "tirado" en copas como la cerveza, dividió las aguas entre quienes creen que tendrá aceptación en el consumidor sanjuanino y quienes la ven como inviable por los costos y por las costumbres. En el sector de restaurantes son escépticos acerca de que prospere la propuesta, ante los requerimientos el público consumidor que obliga a tener una amplia variedad de etiquetas, además de los costos para implementar el sistema. En cambio quienes se dedican a organizar eventos ven que puede tener amplia aceptación si el vino es de calidad. La polémica también divide a enólogos y bodegueros y hay quienes lo ven como propuesta innovadora para instrumentarse en San Juan y los que hacen foco en las desventajas. El organismo nacional legisló sobre el fraccionamiento en recipientes metálicos precintados, retornables y para uso exclusivo de vinos, en el afán de presentar mas alternativas para expandir el consumo, según indicó su vicepresidente, Hugo Carmona.

En la Cámara Gastronómica y hotelera lo ven complicado, pero no le cierran la puerta. El vocero del sector, Rubén Miadosqui, dijo que en muy pocos lugares se vende vino por copa y que a la gente siempre le gusta tener una variedad de vinos amplia, lo que limitaría por los costos tener este sistema en los locales. "Habría que ver y probar, soy escéptico, no sé si en San Juan vaya a funcionar", indicó. Roberto Putruele, desde Pirandelo, dijo que "si es accesible y de buena calidad puede llegar a florecer", sobre todo ahora que hay faltante de vidrio y cuesta conseguir regularidad en la distribución de etiquetas. "Pero va a depender de los costos, no tengo buena experiencia con la copa de vino", dijo. Mariano Carmona, de La Madeleine, en cambio dijo que con este envase de acero se evita la oxidación de la venta de vino en copa. "Hay que abrir la cabeza, pero creo que sí es posible, tendría más rentabilidad el bodeguero y el resto y se usaría menos residuo y botellas", indicó. La organizadora de eventos, Fernanda Almerich, cree que sí tendrá aceptación la propuesta para los eventos sociales en grandes cantidades, si son de una bodega y varietal reconocido. En igual sentido se pronunció Augusto Martín Berzencovich, de bodegas Bórbore. "Desde el punto de vista de la comercialización creo que sí va a funcionar porque es otro nivel de consumo, hoy hay gente para esta alternativa en San Juan", opinó. Desde el Consejo de Enólogos, Pedro Pelegrina, en cambio dijo que "todavía no lo veo en el consumidor sanjuanino, aquí hay otra forma de consumir el vino y soy escéptico". Sostuvo su argumento en las bondades del Bag in Box que sin embargo no logró imponerse, y del tanque metálico destacó la desventaja del costo. "Depende de cuánta oferta tenga la bodega de restaurantes para poder encarar la incorporación de este tipo de envases, que son retornables y numerados. Si no hay mucha venta de vino en copa este formato no creo que prospere", señaló. El enólogo Marcelo Onofri que hace unos años además tuvo un Wine bar en la ciudad, aseguró que sí va a funcionar en bares y para gente joven. "La gente no lo consume porque no lo tiene disponible", dijo. Agregó que juega el factor del precio y la calidad del vino, y reparó en el tema de los costos, tanto para el local como para la bodega, que tendrá que tener muchas boca de expendio para que sea rentable, "si no, no sirve".