En la localidad calingastina de Barreal, el jueves pasado en medio de la pandemia, se autorizó el inicio de la obra civil para levantar una bodega que demandará una inversión de $30 millones y que permitirá aumentar la producción del vino sanjuanino más caro que hay hasta ahora: Cara Sur. Un ejemplar de la línea de alta gama cuesta $3.500 y no es ni un Malbec o un varietal de Cabernet Sauvignon, sino un tinto de las modestas uvas criollas, denostadas por muchos años por ser "comunes". Ahora, esas uvas vienen por la revancha ya que están resurgiendo con fuerza en las zonas vitivinícolas argentinas de la mano de los enólogos más "top" que están obteniendo vinos con un nuevo estilo que son reconocidos a nivel internacional. Uno de esos ejemplos está justamente en el valle de Calingasta. Los ingenieros agrónomos Pancho Bugallo, de Barreal, y Sebastian Zuccardi, de Mendoza, junto a sus parejas y socias, Nuria Añó Gargiulo y Marcela Manini, se trazaron el objetivo de rescatar cepajes de uva antiguos, y técnicas de elaboración ancestrales; y están desarrollando ese sueño con éxito. El vino Cara Sur lo vienen elaborando desde el año 2013, en el garaje del papá de Pancho, en huevos de cemento, como se llama a las vasijas en forma ovoidal donde se hace el vino. Hasta el 2018 estaban registrados como artesanales, pero en el 2019 pegaron un salto y lograron una producción de 20.000 botellas, 50% destinadas al mercado interno y el resto a Estados Unidos, Reino Unido y Bélgica, entre otros destinos, que ya piensan ampliar en la próxima elaboración. Es que para la vendimia 2021 planean tener lista la bodega de 300 m2 que empezaron a construir, y que tiene un plazo de 6 meses de obra. El edificio respetará la arquitectura de Barreal y la filosofía de los dueños: techo a dos aguas, y aunque tendrá en su interior un aislante de paneles, por dentro se va a ver un techo de caña, con tirantes de madera, galerías como las casas rurales, y en el exterior el revocado será con barro de estilo rústico y del mismo color de las montañas, explica Bugallo. El proyecto también fue beneficiado en el 2018 por un crédito de incentivo fiscal de la Agencia San Juan Desarrollo de Inversiones, y recibirá el 80% de lo invertido por el grupo en bonos fiscales.

Inicio de la obra de la nueva bodega de Cara Sur, en la localidad de Barreal.

Si por fuera la bodega llamará la atención por su sencillez, más lo hará por dentro. "Creemos que para la forma de interpretar el valle, el hormigón es el material que mejor nos acompaña", contó Pancho, al explicar que además de los huevos de cemento que ahora están en el garaje, se sumarán unos tanques similares a ánforas antiguas de 4.000 litros, y piletas de hormigón crudo cuadradas de 3.000 y de 5.000 litros, sin epoxi. Todo un contraste con las relucientes piletas de acero inoxidable a lo que nos tienen acostumbrados los vinos de alta gama. Al respecto, el sommelier Hugo Ugarte deslizó una metáfora que lo explica mejor: "hacer vino en piletas de cemento es como hacer pan en un horno de barro". Zuccardi dijo que el proyecto "no trata de adaptarse al mercado, sino al revés; y nos está yendo muy bien", y agregó que la bodega podrá producir 100.000 litros, pero en la primera etapa serán 50.000. "Lo interesante del proyecto sanjuanino es que va al rescate de una región con muchísimo potencial, por su enclave en la cordillera, y sus viñedos de altura antiguos, a unos 1.500 metros, tan poco explotados", añadió el mendocino, quien aclara que si bien pertenece a la reconocida familia con la que comparte un importante proyecto vitivinícola en Mendoza, el de Cara Sur en Barreal "es un proyecto personal". Los inversores trabajan con uvas de 18 hectáreas de viñedos que tienen alrededor de 80 años. "Son patrimonio de la provincia", dice Bugallo. Se trata principalmente de uvas de la variedad Criolla chica, descendiente de la española Listan Prieto, y que están ubicadas en viñedos de Sorocayense, Barreal y Puchuzum.

Parcela La Totora, con parrales de Criolla Chica de más de 80 años, patrimonio del Valle de Calingasta.
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Es posible elaborar vinos de alta calidad enológica con variedades criollas, y más aún venderlos a buenos precios. El Cara Sur por ejemplo tiene una línea media que cuesta $1.000 pero su alta gama tiene un valor de $3.500 al público. Desde vinoteca Ugarte confirmaron que es el sanjuanino más caro. Le siguen Sagrado de Pedernal Las Moras ($2.000), Mora Negra y Demencial El Pedernal ($1.800), Pyros Special Blend 2013 ($1.580), Gran Syrah, Finca Las Moras ($1.600) y Pyros Block 4 El Pedernal ($1.100).