Detalles finales. El personal de la constructora está apurando por estos días todos los trabajos para poder cumplir con los nuevos plazos previstos.

Se trata de una de las obras más complejas y significativas dentro de la zona urbana de San Juan actualmente en ejecución. La Avenida José Ignacio de la Roza, popularmente conocida como la Central, estará terminada el 23 de septiembre próximo, según dicen ahora en Vialidad Provincial. La empresa encargada de los trabajos, la rosarina Milicic, está con los detalles finales, como la señalización horizontal y vertical, la forestación y parquización y la terminación de veredas y acequias.

Juan Magariños, titular del organismo provincial, dijo que una vez entregada la obra, la constructora tendrá la obligación de mantener una guardia permanente de personal y maquinarias durante 6 meses, que es el plazo de garantía de los trabajos. Durante ese lapso, cualquier imperfección en los trabajos o alguna rotura en las carpetas de hormigón o en las obras anexas deberá ser solucionado por la compañía. Aunque ya está el plazo en el que la obra debe estar terminada, lo que aún no está definido en el Gobierno provincial es cuándo se hará la inauguración oficial.

En realidad, la fecha original para que la obra estuviera finalizada era septiembre del año pasado, pero la complejidad de los trabajos hizo que, si se cumple el próximo plazo, se demore un año más. Entre las razones de esa situación en Vialidad mencionaron que, por ejemplo, los trámites de habilitación de los servicios públicos como gas, agua potable, cloacas y telefonía, llevaron más tiempo del previsto y a que, sobre la marcha, se incorporaran otras mejoras, como por ejemplo que en las paradas de colectivos hay tomas para cargar los celulares. También los semáforos incluirán dispositivos para darles el verde a vehículos en emergencias, como ambulancias, policía y bomberos.

En la actualidad la constructora ya está con los detalles finales, porque toda la traza de la avenida, desde Paula Albarracín de Sarmiento en dirección a Rivadavia, ya está habilitada al tránsito, aunque con precaución porque hay obreros trabajando en la zona. Por ejemplo están reemplazando algunas losas de hormigón, que sufrieron deformaciones o fisuras. También el personal está terminando de colocar la cartelería horizontal, que es la que va pintada sobre la calzada, y la que va montada en parantes. Y están completando la forestación con ejemplares de tipas blancas y la colocación de champas de césped. También están concluyendo las veredas y las acequias, por ejemplo en la zona de la Esquina Colorada.

El ensanche de la Central incluye el soterramiento casi total de servicios con materiales de alto grado de modernización. Fue así que se han reemplazado los que estaban deteriorados y colapsados, por secciones mucho más amplias y seguras. A su vez, el soterrado del Canal Valdivia y el tendido eléctrico, dotarán a la zona de mayor seguridad, capacidad, higiene y evitará la contaminación visual que generaba el cableado aéreo. También se incluyeron lámparas led autorregulables que proveen mayor iluminación y un importante ahorro energético. Además, cada casa ahora cuenta con una caja de energía de media tensión que proporciona electricidad, telefonía, fibra óptica y televisión por cable.

La etapa que resta

La etapa actualmente en construcción posee una extensión de 1.600 metros y su presupuesto inicial fue de 251 millones de pesos, que salieron de las arcas provinciales. El tramo que resta (hasta calle Rastreador Calívar) implicará 2.000 metros más, sin embargo desde Vialidad Provincial dieron a conocer que, por los desajustes de la economía, todavía no hay fechas para el llamado a licitación. Antes deberán hacer un cálculo del costo de los trabajos.

De los 11 metros de ancho que tiene, en promedio, la avenida en ese tramo, pasará a 22,5 metros en su mayor parte. Ese fue el motivo incluso para que se tuvieran que expropiar algunos terrenos.

La obra fue, además, una importante generadora de mano de obra. En Vialidad informaron que en los picos máximos se llegaron a ocupar, en promedio, unos 250 trabajadores, pero ese número se viene reduciendo.