Las grandes fraccionadoras de vino del país en tan sólo dos meses -octubre y noviembre- compraron en Chile 1.679.000 de litros de vino tinto a granel, según informó a DIARIO DE CUYO el Instituto Nacional de Vitivinicultura.

A ese volumen hay que agregar los 232.000 litros que ingresó a San Juan la bodega Peñaflor, de acuerdo a lo informado por fuentes oficiales; concretando la primera importación local de vino de la temporada.

Desde que esto comenzó a ocurrir, en octubre, los fraccionadores explicaron que lo hacen por la escasez de stock en una cosecha con gran merma de uva por el clima, y el alto precio del vino local. En Chile el litro de vino está rondando los 13 pesos y aquí los tenedores y trasladistas pretenden 15 a 18 pesos.

Frente a esto, y con los productores echando chispas por lo que califican una maniobra de grupos monopólicos para bajar los precios de la uva y el vino de la cosecha que se avecina; en el INV ya tienen a mano la nueva reglamentación para controlar el fraccionamiento de vino importado.

Abriendo el paraguas por lo que podría pasar, el Instituto emitió el 30 de septiembre pasado la resolución 30/2016 y ayer, ante el ingreso de 6 o 7 camiones de vino chileno a San Juan, el titular de la delegación local, Marcelo Alós, dijo que se aplicará a rajatabla la normativa que explica cómo deberá ser utilizado el vino a granel que ingrese al país y que se comercialice en el mercado interno (ver Claves).

Además anticipó que la bodega deberá realizar el fraccionamiento con personal del INV en las instalaciones, y no descartó que él en persona presencie el proceso de envase del tinto chileno en la bodega sanjuanina.

Además dijo que ‘se intentará lacrar’ las piletas hasta el momento del uso efectivo del vino chileno, que debe salir envasado indicando su procedencia.

Con esto se apunta a verificar que el producto importado no se mezcle con el local, algo que legalmente está prohibido pero que los productores desconfían que se cumpla.

Eduardo Garcés, presidente e la Federación de Viñateros, explicó que con un litro de vino tinto chileno de 6.000 unidades de color se pueden lograr 13 litros de tinto en el país (aquí se exigen 450 unidades de color), añadiéndole tan solo un litro de blanco.

Como en el INV dicen que el vino que está entrando de Chile es de 800 unidades de color, Garcés explicó que al agregarle un litro se obtienen tres, siempre a mucho menor valor.

‘’Ese es el negocio, todos los viñateros lo sabemos. Nos gustaría saber quién hace los análisis para ver las unidades de color al vino chileno’’ deslizó. La reacción por parte del INV no se hizo esperar.

‘Si hay algún temor, es infundado. Y si hay alguna sospecha, hay que hacer la denuncia’’, expresó el funcionario encargado de garantizar la genuinidad.

Luego detalló el procedimiento para controlar la importación: el INV toma una muestra del vino al ingresar al país, que se repite luego cuando ya está envasado para ver si coinciden, examinando además que el volumen ingresado se corresponda con las botellas o cajas.

Según el INV, en lo que va del 2016 se han importado todos los meses cantidades normales de vino embotellado. Lo llamativo fue en octubre que saltó a 418.076 litros, con el ingreso de la primera partida de vino a granel chileno por 389.727 litros importada por RPB.

La misma firma al mes siguiente ingresó otra partida (ver infografía) de casi 1,3 millones de litros. La ultima vez que se importó vino a granel fue entre 2009 y 2011 cuando hubo una cosecha menor de uva como ahora.

En el INV indican que es posible que se siga importando vino porque según las proyecciones de stock, en San Juan faltará el equivalente a casi un mes, unos 93 millones de litros de tintos. En el caso de Mendoza, se llega a 3,2 meses de stock técnico hasta que vuelva a haber vino en junio de 2017. 

 

CLAVES
 

1 El INV indica que los productos importados a granel deberán acompañar antecedentes de elaboración expedido por la autoridad competente del país del cual provienen, donde constará las variedades de uva utilizadas con la añada pertinente.

2 De acuerdo a la Ley General de Vinos, se recuerda y exige que los vinos genuinos son los obtenidos por la fermentación alcohólica de la uva fresca y madura o del mosto de la uva fresca y que ningún otro líquido podrá designarse con el nombre de vino.
 

Establece que los productos importados deben poseer certificados de genuinidad y aptitud para el consumo extendidos por oficinas autorizadas del país de origen. Y tendrán las mismas condiciones exigidas para la libre circulación de los vinos nacionales.

4 Los vinos importados a granel deberán tomar los recaudos de control correspondientes, desde el establecimiento elaborador, incluyendo su transporte en grandes contenedores, hasta el fraccionamiento final para su comercialización.