Tener suficiente frío invernal garantiza a los cultivos gozar de una buena producción para la cosecha, y todo indica que este año el clima está del lado del agro sanjuanino. 


Si bien la cantidad de horas/frío acumuladas, que se cuentan por el tiempo que el termómetro está por debajo de los 7ºC, es más baja que el año pasado, ya alcanzó una cifra suficiente para la mayoría de los cultivos esta temporada, según opinan los ingenieros agrónomos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). 
Sólo los pistachos y algunas variedades de vid están necesitando que ocurran algunas heladas más para poder tener mejores rindes, pero los especialistas creen que esta temporada se alcanzará la meta, porque aún queda invierno por delante y porque hay muchos cultivos en zonas bajas donde la temperaturas son menores aunque no hay estaciones regulares para medirlas. 


Según informó Sonia Silva, a cargo del Servicio de Agrometeorología de la Estación Experimental Agropecuaria San Juan del INTA, al 7 de agosto se han registrado 667 horas/frío, cuando por ejemplo a esta misma altura del 2016 se habían contabilizado 709. La diferencia es poca, y los valores alcanzados hasta el momento superan a los del periodo 2013 al 2015 (ver infografía). Además, aún hay tiempo para sumar más porque los registros indican que en la provincia sigue helando hasta entrada la primavera. 


Luis Kulichevsky, desde la Estación del INTA de Pocito, dijo que este invierno ya le jugó a favor a gran parte de las plantaciones sanjuaninas. ‘Con más de 600 horas de frío ya están cubiertos la mayoría de los cultivos de la chacras y uvas a esta altura‘, aseguró. Agregó que por ahora sólo queda fuera el pistacho -que requiere 1.000 horas frío-, pero advirtió que las hectáreas donde están estos cultivos son zonas bajas -25 de Mayo por ejemplo- y tienen por lo menos 100 horas frío más que en Pocito donde el instituto tiene instaladas las estaciones meteorológicas y obtiene los registros para la provincia. ‘Yo creo que van a llegar, en realidad no hay que preocuparse para nada esta temporada. Tenemos cubiertos los frutales como almendros, duraznos y frutas de carozo; y también la vid. Estamos tranquilos, la gran mayoría ya están cubiertos para obtener una floración normal en la primavera‘, aseguró. 


Un colega suyo, Arturo Pechuan; agregó que el clima invernal le jugó a favor también a las chacras. ‘Es cierto que las necesidades son más bajas para productos hortícolas, sólo ajo y cebolla precisan un poco más pero esos cultivos también están cubiertos esta temporada. Ya se están viendo yemas hinchadas que hacen pensar que viene el brote‘, aseguró. 


Por su parte, Beatriz Pugliese, también del INTA y experta en vid, dijo que ésta precisa entre 600 y 800 horas de frío acumuladas, por lo que con la cifra obtenida hasta ahora ya alcanza para las variedades tempranas de uvas de mesa como la Superior, que tiene ciclos más cortos. ‘Aunque aún estamos a raya para las otras variedades‘, señaló. 


Todos coincidieron en que al que más le falta pasar frío es al pistacho. No obstante en el sector no hay preocupación porque creen que lo lograrán. Juan Domingo Bravo, productor de 25 de Mayo dijo que en esa zona ya se han acumulado unas 750 horas frío. ‘Todavía falta un mes y medio para medir, por lo tanto creo que podremos llegar a alcanzar las horas necesarias‘, se esperanzó. 


Entre los cultivos, los duraznos requieren entre 300 a 400 horas de frío por año; el almendro precisa entre 500 y 600 horas y el cerezo, al igual que el pistacho, necesita de 900 a 1.000. La uva para vinificar requiere de entre 600 y 800 y el olivo, de 200 a 400, pero sufre mucho las heladas tardías. 


La importancia de acumular horas-frío 

Los cultivos entran en fase de reposo con las heladas y durante todo el invierno van acumulando una cantidad de horas de frío. Cuando la planta recibió frío suficiente, entiende que se aproxima un clima más benigno y entonces brota y florece, mecanismo conocido como ‘vernalización’. Cuando no recibe el frío necesario, gasta reservas energéticas que luego necesitará en la floración y brotación. Esto disminuye el rendimiento.