Desde el Gobierno provincial invitaron formalmente ayer a las autoridades electas de la provincia a participar en las negociaciones paritarias con los gremios estatales que comenzarán hoy, en dos tandas, pero desde el sector de Marcelo Orrego no aceptaron. Fue el vicegobernador electo, Fabián Martín, el que dio las explicaciones de por qué no van a participar.

En declaraciones al programa Demasiada Información, de Radio Sarmiento, el actual intendente de Rivadavia expresó que "hemos decido no participar de la paritaria porque no somos parte, participan el Gobierno y los gremios. Una cosa es la transición y otra la toma de decisiones. Quienes están en el Gobierno hasta el 10 de diciembre deben tomar las decisiones". Y agregó que "nuestra responsabilidad comienza el 10 de diciembre y no antes. Esto no es un cogobierno".

En una nota firmada por el gobernador Sergio Uñac, el texto de la invitación consignaba que "las decisiones que se tomen en esta mesa impactarán tanto en el presupuesto en curso como el del año próximo, por lo que considero oportuno y conveniente la participación de quienes tendrán la responsabilidad de gestionar a partir del 10 de diciembre".

La negociación paritaria que comenzará hoy se dará en dos tandas. La primera, a partir de las 10, será en el segundo piso del Centro Cívico con los gremios del sector educativo, UDAP, UDA y AMET. Y con la participación del sector oficial de las ministras de Hacienda, Marisa López, y de Educación, Cecilia Trincado.

Por la tarde, a partir de las 17, en la cartera de Hacienda, será el diálogo con el resto de los gremios de la administración pública, entre los que cuentan ATE, ATSA, UPCN, Viales y SOEME.

Un dato a tener en cuenta en que el encuentro de hoy será el primero en el que estará la nueva conducción de UDAP, liderada por Patricia Quiroga, quien reemplaza en el puesto a Luis Lucero.

Entre otros puntos se pondrá en la mesa de discusión un nuevo incremento salarial, para lo cual los gremios aspiran a no perder frente a la escalada inflacionaria. Tanto desde el sector oficial como desde los sindicatos fueron cautos y nadie quiso adelantar cuánto van a pedir ni cuánto se va a ofrecer para mejorar los ingresos.