En medio de una cosecha que perfila para ser la más baja de la historia hay otro dato que preocupa en el mercado vitivinícola. Y es que por la crisis económica siguen en caída los despachos de vinos en el mercado interno, una situación que no ayuda a que mejoren los precios del litro de vino y mucho menos del kilo de uva. Según los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Vitivinicultura, en febrero se registró una disminución de los volúmenes en el consumo del orden del 14,3%, poco más que triplicando la caída de enero, que había sido del 4,3%. Y en el sector lo atribuyen a que se debe a los efectos de la pérdida de poder adquisitivo de la población.

Así las cosas, el litro de vino blanco genérico ronda entre los 120 a los 130 pesos, mientras que si se trata de los tintos oscilan entre 180 a 190 pesos. Esos valores vienen planchados, según afirman en el sector, y no hay perspectivas de que vayan a subir. Además, son precios que el viñatero no cobra de contado sino que se pactan en operaciones que se terminan pagando a los 30, 60 y 90 días, o en 6 quincenas sin ningún tipo de actualización. Y con una inflación mensual que oscila en el 6%, el productor sigue perdiendo.

Este panorama es el que no ayuda a que mejoren los precios del kilo de uva, cuando ya queda muy poca producción en los parrales. Lo que se lamentan los productores es que, aun cuando la cosecha será muy baja, no se ha traducido en un crecimiento de los precios de la uva. En el sector pretendían entre 110 a 115 pesos por el kilo, pero en la práctica por la uva cereza se ha pagado entre 85 a 90 pesos en cuotas. Y para llegar a los 100 pesos las operaciones se han pactado en 5 cuotas a partir de mayo. Y sin la actualización por inflación, que era la ambición del sector productivo.

"La caída del consumo es más que preocupante", afirmó Gustavo Samper, titular de la Cámara Vitivinícola de San Juan y vicepresidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar). El dirigente analizó que aun en medio de una cosecha que perfila para ser muy pobre "el vino no va a sobrar". Pero a pesar de eso los valores del litro de vino no suben.

La expectativa del sector, según Samper, es que entre en vigencia a partir de abril el denominado dólar Malbec, que no es otra cosa que un dólar alternativo para favorecer las exportaciones (ver aparte).

Desde la Mesa Vitícola, Pablo Martín sostuvo que "en medio de una cosecha baja, el resultado no se ve reflejado en los precios".

Todo esto se da en un contexto en el que el nivel general del Índice de precios al consumidor registró un alza mensual de 6,6% en febrero pasado y acumuló en el primer bimestre del año una variación de 13,1%. Y para marzo las perspectivas son que la cifra no bajará del 6%. Esa situación está afectando el bolsillo de los consumidores y una de las cosas que se dejan de comprar es el vino.

El mercado del vino hace rato que viene complicado. Hay que tener en cuenta que los despachos durante el 2022 cayeron el 1,3%. Pero el dato preocupante fue que diciembre, el último mes del año, cerró con un descenso del 23,4%, justo en el mes de las fiestas y cuando se supone que el consumo es mayor. La caída se dio por segundo año consecutivo, porque el 2021 había cerrado con un resultado negativo del 11,1%.

Como si fuera poco, los números anticipan que en San Juan se van a cosechar unos 350 millones de kilos de uva, casi un 25% menos que los 470 millones de kilos del 2022. Será la cosecha más baja en al menos 63 años, contando que hay cifras disponibles del INV desde 1960.

Todo por una conjunción de factores, pero sobre todo por los problemas climáticos, con heladas tardías, granizo y ola de calor importante. Y sin olvidar la crisis hídrica.

Cálculo

100 Son los kilos de uva que hacen falta para obtener unos 58 litros de vino tino, según calculan en el sector. Con la misma cantidad de uva se obtienen unos 56 litros de vino blanco.
Es como para tener una referencia de los rendimientos.

El dólar vino que anunció Massa

Un dólar diferencial para el vino fue el anuncio que hizo el ministro Sergio Massa en el marco de la Fiesta Nacional de la Vendimia, en Mendoza. El funcionario prometió que en abril arranca el "dólar vino" o "dólar Malbec", con precio diferencial para el sector y pidió a cambio que las bodegas mantengan buenos precios en el mercado interno, tanto de valor de la uva, en plena vendimia, como del vino.

El modelo que quiere aplicar Massa es el del dólar soja, que en una primera versión funcionó entre agosto y septiembre del año pasado y buscó incentivar la liquidación del grano para engrosar las reservas del Banco Central. En su segunda versión cotizó a $230, cuando el dólar oficial estaba a $171,69 para la compra y de $181,14 para la venta.

Massa ya había anunciado un dólar diferencial para el vino. El 7 de noviembre del año pasado, en la Estación del INTA de Luján de Cuyo, en Mendoza, el ministro anunció una batería de medidas fiscales y crediticias, como un dólar para el agro.