Cuando se aproxima fin de año un gasto en el que los padres deben ir pensando es en la fiesta de egresados de sus hijos, que dependerá del colegio al que concurran. Una cuenta rápida en la que se considere el valor de la opción para la fiesta de los tres, es decir los padres y en este caso una joven, más el alquiler del vestido, los zapatos y los costos de peluquería y maquillaje, eleva la cifra a los 9.200 pesos. El año pasado, el mismo combo tenía un costo de 7.050 pesos, considerando los mismos ítems, es decir que el aumento ha sido del 30% en promedio. El porcentaje, si bien es importante, es sensiblemente inferior al incremento del costo de vida, que aumentó un 45,9% con respecto a octubre del año pasado, según la medición del Indec.

El monto de los 9.200 pesos incluye las 3 opciones para la fiesta, a razón de unos 2.000 pesos cada una, que suman 6.000 pesos. A eso hay que agregarla el alquiler del vestido, otros 2.000 pesos, los zapatos, 500 pesos más, y los gastos de peluquería y maquillaje, otros 700 pesos. Los montos pueden variar, pero son promedio.

El mayor incremento se produjo en el alquiler de la vestimenta, que varió entre un 20 a un 50% en comparación con el año pasado, de acuerdo a la consulta entre propietarios de locales del rubro ubicados en la Galería Estornell, que ha concentrado en los últimos años a la mayoría de los negocios dedicados a esta actividad.

Si de alquilar un traje o un vestido se trata, son muchas las opciones con las que el cliente se puede encontrar. En el caso de las chicas, un vestido de fiesta parte desde los 500 pesos el más común, hasta los 2.000 pesos por algún modelo especial. Los zapatos varían entre 350 a 500 pesos y si además se le agrega una cartera, son 150 pesos más. Los accesorios, un collar o un colgante, se los prestan sin costo, dijo Patricia Alfaro, de Briza, ubicado en el local 6 de la galería.

Cuando la temporada está en plena actividad, porque las fiestas de egresados transcurren entre la segunda quincena de noviembre y diciembre, antes de las celebraciones de fin de año, en el sector hablan de una fuerte caída de la demanda, de hasta el 50%. Incluso, en el caso de los varones, algunos optan por alquilar sólo una camisa y la corbata o el saco solo, porque a muchas familias no les dan los costos.

En el caso de los varones, una opción es Plus, en el local 35 de la galería. En este comercio un saco, pantalón, camisa y corbata se puede conseguir desde 680 pesos. Si el saco es de satín, con moño y tiradores, el valor puede ascender a los 960 pesos, incluido camisa y pantalón. Si la opción incluye los zapatos, la cifra puede trepar a 1.260 pesos. "Este año tenemos muchas menos operaciones", dijo Mauricio Videla, propietario del comercio.

Otra opción es Vanesa Novias, donde el alquiler de un traje, incluida la camisa y la corbata, parte desde 600 pesos y llega a los 1.800 pesos. "Todo depende de la calidad de la tela del traje", dijo David Gramajo. Un par de zapatos para hombre va desde los 200 a los 400 pesos.

En la Galería Estornell en 2016 había 7 locales y hoy suman 11.

Con la modalidad de retirar entre jueves o viernes y devolver las prendas el lunes o el primer día hábil de la semana siguiente, un buen fin de semana uno de los locales de la Galería Estornell puede llegar a alquiler unos 30 trajes de varones o igual número de vestidos de mujeres.

Si de la fiestas de egresados se trata, el valor de la opción por persona parte desde los 1.500 y puede llegar a los 2.000 pesos. Ese monto incluye el colectivo para trasladar a los chicos desde el colegio al salón, show de fuegos artificiales, el catering, repostería, helados, bebidas, barra de tragos, decoración, música, fotos y videos. Incluso algunas empresas ofrecen un desayuno personalizado, según dijo Jorge Diez, de Jorge Diez Eventos. El monto se puede encarecer unos 300 pesos más si los egresados quieren el after en una quinta con pileta, donde se les servirá el desayuno y el almuerzo al otro día, asado o hamburguesas, con guardavida y personal de seguridad.

Cómo es el sistema

El cliente puede ir en la semana y reservar el traje o el vestido, con el pago de un adelanto, de por lo menos 100 o un porcentaje del valor del alquiler. Después, si la fiesta es el sábado, lo puede retirar el día anterior o ese mismo día, con el pago del total del importe exigido. Al cliente se le pide una fotocopia del DNI y una boleta de servicios, para constatar el domicilio.

Las prendas serán devueltas al día hábil siguiente de la celebración, en buen estado. De la limpieza o de alguna rotura menor se encarga el negocio. Salvo un par de comerciantes que dijeron que tuvieron que ir personalmente al domicilio de un cliente a rescatar la ropa, el resto dijo que la gente cumple y devuelve puntualmente las cosas. Pero se han encontrado con clientes que, a pesar de la insistencia, se negaron a devolver las prendas.

Lo de alquilar la ropa es una moda que surgió en la década de los "80, con las novias que iban a la Difunta Correa a alquilar un vestido, de los muchos que dejaban los promesantes, recordó Hermes Rodríguez, de la Cámara de Comercio.