Aunque la intención oficial, según lo había anticipado el ministro Carlos Astudillo, era tener concluido el informe de impacto ambiental del proyecto Josemaría para octubre, ahora no hay seguridad de poder cumplir con ese plazo. En la comisión de evaluación están acelerando el proceso, pero no se animan a dar una fecha cierta, según dio a conocer Hugo Chirino, secretario de Gestión Ambiental y Control Minero. El funcionario también informó que en el proceso de consulta pública el 40% de los planteos tuvieron que ver con el uso del agua en la futura mina.

El informe de impacto ambiental presentado por Deprominsa SA, operador del proyecto, es un documento que contiene unas 2.600 páginas, con la descripción pormenorizada de cómo se hará y qué cuidados tendrán para el procesamiento de los metales, como cobre, oro y plata. Y también contiene los detalles para el cierre de la mina y que no quede un pasivo ambiental.

En el proceso se abrió a la población una consulta pública, es decir que cualquier persona o institución podía hacer objeciones o pedir aclaraciones. De 12 presentaciones, el 40% tuvo que ver con el uso del agua y en resto fueron cuestiones relacionadas, por ejemplo con el impacto social y económico del emprendimiento en las zonas de influencia.

En la tarea trabaja la Comisión de Evaluación de Impacto Ambiental, integrada por representantes del Ministerio de Minería, Ministerio de Salud Pública, el Departamento de Hidráulica, el Instituto Nacional del Agua, la Dirección de Planeamiento y Desarrollo Urbano, la Dirección de Recursos Energéticos, el Centro de Investigación para la Prevención de la Contaminación Ambiental Minero-Industrial (CIPCAMI), el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres), las universidades Nacional de San Juan y Católica de Cuyo, la Secretaría de Ambiente, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Secretaría de Agroindustria y Ganadería.

Hasta ahora, según dio a conocer Chirino, la comisión se venía reuniendo una vez por semana, pero desde junio sumaron otra reunión semanal, para acelerar los tiempos, y trabajar miércoles y viernes. Así y todo, desde abril hasta ahora, han revisado alrededor de un 50% de los datos. Y aunque faltan cuatro meses para octubre, el funcionario prefirió la prudencia y no se animó a dar una fecha para concluir la tarea.

Hasta ahora, llevan formuladas unas 105 preguntas ampliatorias a la empresa, referidas a distintas cuestiones. Y una vez que tienen las respuestas, pueden surgir incluso repreguntas.

El informe contiene, por ejemplo, los datos del proyecto y el marco legal, la localización y los modos de acceso, la descripción de los componentes de la línea de base ambiental y social, una descripción general del emprendimiento con el detalle de las reservas minerales estimadas, la descripción de la construcción y operación, el cierre de la mina y la descripción del impacto ambiental, incluido el plan de manejo ambiental y los planes de acción previstos en el caso de contingencias.

Los objetivos del trabajo consistieron en identificar las actividades impactantes generadas por el proyecto y los elementos del ambiente susceptibles de afectación, con el propósito de establecer un plan de manejo ambiental que permita garantizar la protección del ambiente y la conservación del patrimonio natural y cultural, que pueda ser afectado por la actividad minera.

Sobre el planteo del gobierno jachallero, que apunta a incluir a ese departamento bajo la calificación de "zona de vinculación directa", lo que lo equipararía a Iglesia en los beneficios económicos que eventualmente derrame la futura mina, Chirino dijo que todavía no ha sido resuelto y que podría estar este mes.


Cuestionario

105  Es la cantidad de preguntas que, hasta ahora, la comisión evaluadora le ha trasladado a la empresa sobre cuestiones referidas al impacto ambiental del proyecto.

  • Una inversión millonaria

El emprendimiento Josemaría es una mina de cobre y oro, y está localizado en Iglesia, al norte de la provincia de San Juan. Limita hacia el oeste con Chile y al norte con el departamento de General Lamadrid, en La Rioja. Todas las instalaciones del proyecto se van a desarrollar en San Juan, con una altitud comprendida entre los 3.700 y los 5.300 msnm. Para llegar hasta el proyecto se contempla la construcción de un camino que atravesará los parajes de Angualasto, Buena Esperanza, Malimán, La Chigua, y El Chinguillo.

El proyecto contempla una inversión inicial de U$S 3.091 millones para la construcción y U$S 830 millones aproximadamente para la etapa de operación del emprendimiento. La construcción está prevista que comience en el primer trimestre del año próximo. Se calculan 3,8 años de construcción de la mina y 19 años de operación.

Las primeras prospecciones del proyecto empezaron hace 18 años y los estudios de línea de base socio-ambientales se iniciaron en 2013.