Vista actual de Ullum: El embalse está 5,7 metros por debajo de su cota de 768 msnm. Lo están desembalsando porque por 90 días no va a erogar agua, y deberá tener la capacidad necesaria de captar el agua que venga de arriba.

Ante el déficit de caudal que viene trayendo el río San Juan, ya nadie duda en el gobierno que no se cumplirá el pronóstico hídrico al terminar la temporada en setiembre próximo y vendrá menos agua de lo esperado. Para colmo, las predicciones meteorológicas señalan que el próximo verano volverá a ser "seco" al igual que el último.

Como esto ya pasó el año pasado, las autoridades decidieron intensificar las acciones para lograr una buena gestión del agua y embalsar lo mas que se pueda en los diques, que son el escudo de contención para poder afrontar los periodos de sequías.

En Hidráulica por ejemplo ya decidieron con los regantes aumentar los días de corte de regadío del ciclo agrícola 2018 en la provincia, en otras palabras, largar menos agua: este año serán 90 días sin que salga agua del embalse de Ullum, en lugar de los 70 días del año pasado. "Estos 90 días se decidieron por todas las condiciones climáticas que los expertos están anticipando, y que dicen que este año puede presentarse igual que el anterior. Es decir, un año seco, con condiciones níveas en alta cordillera escasas, con lo cual el derrame podría ser inferior a los 1.100 hectómetros cúbicos", explicó Maximiliano Delgado, titular de Hidráulica. Agregó que además no se contará con el agua esperada: el pronostico del año pasado fue de 1.150 hm3 para el ciclo que comenzó en octubre y que cerrará en septiembre próximo, pero ya se calcula que habrá un déficit de al menos 50 hm3. Delgado agregó que en los meses de enero y febrero el caudal vino por debajo de lo pronosticado, porque no hubo alta temperatura en cordillera para estimular el deshielo, pero en marzo fue superior. No obstante, no son optimistas en que se logrará la meta de caudal estimada.

A su vez, teniendo en cuenta que la demanda de la provincia para riego, consumo humano, industria y recreación es de alrededor 1.250 hm3, si vienen sólo 1.100 hm3 habrá un déficit de 150 hm3 que e tendrá que suplir sacando agua de lo que está acumulado en los diques Los Caracoles, Punta Negra y Ullum. Por eso hay una comisión que esta regulando el uso de los embalses.

Como en los 90 días de cortes -que se distribuirán en días estipulados de aquí hasta septiembre- no se entregará agua, los embalses irán subiendo. Por eso ahora lo que se esta haciendo es bajar la cota del dique de Ullum para que después en la corta prolongada se lo vuelva a embalsar para contar con el recurso durante los meses de mayor demanda que son diciembre, enero y febrero, según explicó Antonio Soler, desde Recursos Energéticos (ver aparte). Hoy los tres diques no están en su cota máxima, pero sí tienen suficiente reserva de agua para distribución y para generación eléctrica.

Por su parte, Delgado adelantó que de acuerdo a los sondeos periódicos que hace Hidráulica en cordillera, a través de las 7 estaciones meteorológicas se sabe que en la actualidad hay algo de nieve en la zona alta, y a diferencia del año pasado a esta altura; aún no se han producido nevadas. "De acuerdo a la información que nos den las estaciones meteorológicas, de las precipitaciones, vamos a ir regulando los días de corte" explicó el funcionario.


 

Manejo de los diques


"Vamos a tratar de terminar el período del año hídrico con los diques lo más llenos que se puedan. Para poder lograrlo, hay que hacer un manejo muy medido para jugar con los niveles de los embalses de manera que puedan generar y tener capacidad de almacenar agua", dijo el director de Recursos Energéticos, Antonio Soler. "Debemos manejar muy bien para no dejar de generar, que toda el agua que venga del río y salga de un embalse sea generada" agregó, planteando la meta que tiene bajo su órbita. Añadió que en esta etapa se esta desembalsando Ullum porque por 90 días no va a erogar agua para riego (sólo 3 m3/s con destino a OSSE) y tiene que tener la capacidad necesaria de captar el agua que venga de arriba sin que llegue a nivel de vertedero.