El dólar no sólo confirmó ayer su tendencia declinante frente al peso, sino que la agudizó, al combinarse una serie de factores que aceleraron su caída. El billete, que había cerrado el viernes a un promedio de $ 15,37 y $ 15,66 para la venta (en los segmentos mayorista y minorista, respectivamente), tras haber perdido 5 centavos ese día, abrió ayer nuevamente débil: al mediodía ya se operaba a $ 15,31 y $ 15,63, y bajó a $ 15,29 y $ 15,61 en las transacciones cursadas hasta media hora antes de cerrar la rueda.

Pero en el tramo final de las operaciones se desplomó a $ 15,24 y $ 15,55,es decir, cedió 13 y 11 centavos en cada segmento respecto del viernes, para cerrar en mínimos del día y de los últimos cinco meses y marcar su mayor caída para una rueda desde el 6 de enero (cuando perdió casi 15 centavos).


Los operadores explican que el desplome se aceleró apenas se supo que el Banco Central (BCRA) había fijado el valor del dólar de referencia para la jornada en $ 15,3293.

Sucede que ése será el tipo de cambio al que podrán suscribirse en pesos (también se las puede comprar con dólares) hasta las 15 de hoy cualquiera de las cuatro Letras del Tesoro (Letes) que el Gobierno comenzó a subastar ayer para tomar del mercado US$ 2500 millones (busca otros US$ 3500 millones con dos bonos, también en dólares, a 8 y 20 años), que usará para pagar los casi US$ 6000 millones que demandará el lunes el vencimiento del Bonar 2017.


Se trata del nivel de acceso a la divisa (por la vía de un título que se paga en dólares) más bajo de los últimos seis meses, ya que, si se tiene en cuenta el interés que paga la Lete, el cambio real al que se compra a plazo el billete arranca en $ 14,86.

El mecanismo de las Letes

Las Letes son títulos soberanos de deuda de corto plazo. Un inversor común (con cuenta comitente) puede ofertar por cada US$ 1000 nominales, aunque luego se colocan con un descuento que representa el interés que pagan.


La licitación, abierta desde ayer, tiene prevista la emisión de US$ 500 millones a 3 meses, US$ 750 millones a 6 meses, otros US$ 750 millones a 9 meses y US$ 500 millones a poco más de un año. Estos títulos salen a un precio prefijado de US$ 993,77; US$ 985,98; US$ 977,09 y US$ 966,73, respectivamente, por cada lámina de US$ 1000 emitida.

Esto supone que, quien las compre en pesos, pagará $ 15,23 por dólar si espera al 14 de julio para tener sus divisas; $ 15,11 si espera al 13 de octubre; $ 14,98 quien sea paciente hasta el 12 de enero y $ 14,86 quien esté dispuesto a aguantar para cobrar hasta el 27 de abril de 2018. Los precios no consideran los cargos o comisiones que los bancos pueden cobrar por esas cuentas (van de 0,1 a 0,5%, en la mayoría de los casos).

Otra forma de evaluar la inversión es observando la tasa real que se obtiene tomando en cuenta el tipo de cambio diferencial al que se accede, respecto del minorista, y el interés. "Esta diferencia anualizada eleva la renta anual total al 5,1% para el plazo más largo y al 9,8% para el más corto", detalla Mariano Sardáns, de la administradora de patrimonios FDI.

Con ese imán ya funcionando, bancos, inversores y empresas profundizaron el desarme de carteras en divisas para pasar a invertir en pesos aprovechando la tasa del 24,2% que rinden las Lebac o para poder recomprar divisas a futuro con descuento, vía Letes.

"La incidencia de la licitación se hizo visible por la aceleración a la baja que tuvo el billete apenas conocido el dólar 3500", explicó Fernando Izzo, de ABC Mercado de Cambios, haciendo referencia al número de la circular por la que el BCRA fija a diario el tipo de cambio de referencia. "Todo esto no hace más que acentuar la sensación de fuerte atraso cambiario y con pocas chances de revertirse en el corto plazo", apuntó su colega Gustavo Quintana, de PR Corredores de Cambios.