El Grupo Peñaflor, uno de los actores más grandes de la cadena vitivinícola nacional, importó 5 millones de litros de vino tinto y la noticia cayó muy mal en los viñateros de la provincia. Los productores de la uva alertaron por los efectos que tendrá no sólo para el eslabón que representan sino, para toda la cadena productiva. Si bien aseguraron que esto no debería ser una razón para que el precio de la uva baje, ya que se encuentra en un nivel "que apenas alcanza para pagar los costos", creen que no es una buena señal. Además, uno de los referentes locales criticó que es un primer efecto de las políticas del gobierno nacional de desregular la industria, lo que implicará fuertes problemas para todos el sector. Otro de los integrantes dijo que "no se explica" la decisión, ya que no correspondería con el stock vínico que ya existe. 

Quien planteó estas dudas sobre si era necesario o no adquirir vino chileno para vender en Argentina es Alejandro Pons. El tesorero de la Federación de Viñateros dijo que cuando se enteraron hubo molestia de parte de los productores, pero que no pudieron plantear el reclamo directamente a la empresa Peñaflor porque "manejan todo en Buenos Aires y no hay autoridades acá". Por eso, la sensación actual de los socios es sobre todo enojo, pero también se preguntan "por qué decidieron importar y también por qué se los autorizaron". Vale aclarar que, tras la decisión del Gobierno Nacional de desregular el mercado, ninguna empresa debe solicitar autorizaciones especiales para ingresar vino, uva u otros productos de este tipo al país. 

Esto último fue lo que criticó especialmente Juan José Ramos, presidente de la Asociación de Viñateros Independientes. "La política actual es el libre comercio, donde pueden importar ilbremente vino y otros productos que hacen las pymes de las economías regionales, y esto, como veníamos diciendo nos va a perjudicar", aseguró el productor. El efecto que anticipan es un impacto en toda la cadena, aunque creen que estos primeros 5 millones de litros es un golpe más a otros que se irán sumando. "Esta es una importación pequeña, pero pueden comprar el producto que se les ocurra y la cantidad que se los ocurra, así que es difícil que vayamos a tener precios rentables de la uva mientras se mantenga este sistema", alertó Ramos. 

En cuanto al precio de la uva, que este año ya tenía disconformes a los productores, los dos referentes viñateros hicieron la aclaración de que lo que adquirió en Chile Peñaflor no debería "mover la aguja". Según Pons, "acá en San Juan se dio algo atípico, a fines de marzo hay bodegas que ya cerraron su molienda, porque empezó más temprano la cosecha y por el calor la uva se saturó y hubo lugares con menor producción". Esto, dijo el integrante de la Federación, hizo que la mayoría haya vendido su producción al valor con que inició la temporada. "Los precios no eran los mejores, porque la inflación supera el aumento que se pautó respecto al 2023, y quedaron como estaban, por lo que no deberían moverse ahora", dijo. Ramos, por su parte, dijo que quienes están en riesgo es quienes no cerraron pautas con las bodegas. "Hay quienes todavía no cierran el precio porque les entregaron una parte para el inicio de la cosecha y hoy todavía no cierran los contratos, esos están en riesgo", aseguró. 

Pons planteó además otra problemática: la de las pequeñas bodegas trasladistas. "Este año muchos no molieron y vendieron la uva, porque el precio del vino está muy bajo y no les convenía", explicó el viñatero. Además, Ramos dijo que a estos factores se sumará otro problema con la importación, debido a que el Gobierno nacional decidió permitir la venta de vinos sin alcohol o, incluso, abre la puerta a productos con más contenido de agua. Con estas condiciones, dijo, podrían entrar más baratos vinos de menor calidad y competir con la industria local, que viene de años complejos, lo que los dejaría fuera de competencia. 

Antecedente 

3 veces en la última década, con esta última que anunció Peñaflor, se autorizó la importación de vino. En 2016 se eliminaron restricciones, en 2023 autorizaron una pequeña compra de un varietal y hoy vuelven a desregular toda la compra. 

Vendimia baja

382  millones de kilos de uva cosecharon hasta el 24 de marzo en la provincia de San Juan, frente a los 335 millones de 2023, que se considera el año de menor producción de la historia. A pesar de la poca oferta, el precio de la uva no subió.