A medida que avanza la campaña electoral con vistas a las elecciones de octubre próximo, los candidatos de las distintas extracciones políticas han comenzado a endurecer sus mensajes formulando declaraciones agraviantes contra sectores opositores, en vez de ir con propuestas concretas sobre la forma de salir de la difícil situación social y económica del país. Sin duda que esto afecta el sentido de orden que debería prevalecer dentro del objetivo de recuperar la nación, al ir en contra de un principio básico en la tarea de fortalecer las instituciones y alcanzar el reconocimiento de los demás países del mundo.


El historiador Felipe Pigna en su libro 'Los mitos de la historia argentina'' referido a la declaración de la Independencia Nacional, señala dos aspectos que tienen vinculación con nuestro presente: la pobreza de la Nación en momentos de independizarse y la necesidad de cerrar un ciclo para comenzar otro totalmente nuevo. Dice Pigna 'Tan pobre era la patria que, como Jesús, no tenía lugar para nacer'' al hacer referencia a la histórica Casa de Tucumán, cedida por Francisca Bazán de Laguna para el Congreso. El parangón está dado por la crisis económica-financiera del país y la necesidad de salir desde muy abajo. La otra observación hace referencia a que la declaración de la Independencia iba acompañada de un sugerente documento que decía: 'Fin de la Revolución, principio del Orden''. Con esto, los congresales dejaron en claro su preocupación por una imagen de moderación frente a los poderosos de Europa, que tras la derrota de Napoleón no toleraban la palabra 'revolución''. Hoy, los agravios de uno u otro sector no son bien recibidos porque no contribuyen con ninguna solución y lo único que hacen es fomentar la discordia entre los argentinos.


Por estos días abundan las declaraciones capciosas con las que se pretende sacar ventajas electorales, como las del candidato presidencial opositor al Gobierno, el ahora kirchnerista Alberto Fernández, quien hace unos días expresó que 'ahora nos parecemos más a Venezuela que antes'', una comparación improcedente. De la misma forma que ha cuestionado anticipadamente el acuerdo del Mercosur con la UE. También están los dichos de Kicillof, de la misma extracción política, en relación a la posibilidad de volver a impulsar un control de capitales, o de sindicalistas como Hugo o Pablo Moyano (camioneros) o Pablo Biró (Pilotos aeronáutico) que buscan descalificar al gobierno. Estos dirigentes junto a otras figuras como el ex cortista Zaffaroni o el activista social Juan Grabois, vierten opiniones sobre temas diversos como el futuro de Mercado Libre o la utilización del glifosato en el agro, alterando el orden en una etapa en la que debería prevalecer la moderación en busca de la concordia y las propuestas inteligentes.