Así, no hay milagro posible. En el inicio y en el mismo instante final, San Martín terminó pagando caro ante Atlético Tucumán. Es que el Decano tucumano no le perdonó nada y lo terminó castigando con un 2-1 doloroso que derrumbó las ilusiones de arrancar sumando en el Clausura, sabiendo que no hay margen de error para el Verdinegro. A los 3′ de juego, en el primer ataque, Atlético castigó la desconcentración sanjuanina porque Coronel ganó la espalda de Recalde, picó al vacío y vio entrar al uruguayo Nicola para abrir el marcador en Tucumán. Un baldazo de agua fría para San Martín que intentó hacerse fuerte a partir del manejo de la pelota. Fue pulcro, ordenado pero inofensivo. Un mal que ya lo condenó en el Apertura y que ahora comenzó a repetirse. Recién a los 30′ y después de un dominio apenas tibio, San Martín llegó con algo de peligro al arco de González y fue con un remate débil de Anselmo. Siguió insistiendo San Martín a partir del manejo de los dos González y de Watson pero con poco peso en ofensiva. Sobre el final de la primera etapa, Atlético casi liquida pero hubo mano de Leandro Díaz en la jugada que había terminado en gol. Y en la última de este primer tiempo, el arquero tucumano González le tapó un terrible cabezazo de Anselmo que debió ser gol.

En el complemento, San Martín intentó ser más protagonista aun con todas sus limitaciones. A los 22′ Tijanovich tuvo un tiro libre que complicó al arquero, dando rebote que el Pulpo González no alcanzó a conectar. Esa fue la llegada más profunda de este complemento aunque San Martín insistió en tener la pelota siempre. Así, parecía que la derrota se terminaba consumando pero en el minuto 45, un centro de Salle al corazón del área chica encontró la desesperada respuesta del paraguayo Ferreira que venció su arco, empatando la historia. Era algo de premio para San Martín que lo había buscado aún sin tener demasiados argumentos. Pero otra vez, una desconcentración ya en el tiempo de descuento lo terminó condenando. En un ataque por el centro, dudaron los centrales, encaró Lamendola y definió ante la salida de Borgogno para males sanjuaninos en Tucumán.