Durante la primera semana del receso de invierno, que incluyó el feriado del 9 de julio, los porcentajes de concurrencia de personas como de ocupación de hospedajes en los departamentos turísticos fueron muy alentadores ya que en la mayoría de los casos estuvieron en el orden del 80 al 90 por ciento. En términos generales, las actividades se desarrollaron de acuerdo a lo previsto, salvo algunas excepciones de transgresión a las normas que establecen los protocolos contra el covid-19, que no lograron empañar la tranquilidad habitual que caracteriza a San Juan, pero que si han encendido una luz de alerta de los cuidados y controles que hay que poner en práctica para los días restantes del receso y los fines de semana que vendrán en el futuro.


Las buenas condiciones climáticas sumadas al deseo de la gente, tanto de nuestra provincia como de otras jurisdicciones del país, de visitar las principales atracciones turísticas-naturales que ofrece San Juan, hicieron que miles de turistas llegaran en estos últimos días hasta los departamentos cordilleranos, donde hubo algunos días en que la capacidad de hospedaje estuvo colmada, tal el caso de Calingasta donde se tuvo que recurrir al alquiler de viviendas particulares para contener la demanda. También hubo buena afluencia en Jáchal y Valle Fértil, y en menor medida en Ullum, Zonda, Albardón y Pocito. En los departamentos del Gran San Juan, también se observó la presencia de gente de otras provincias que eligieron alternar recorridas por zonas semi rurales y la zona céntrica de la ciudad.


Las transgresiones a las normas preventivas contra el covid-19 fueron detectadas en los departamentos más alejados. En la localidad calingastina de Barreal hubo una fiesta clandestina en la que participaron alrededor de 47 personas adultas, mientras que en Valle Fértil también fueron denunciados algunos encuentros ilegales que preocuparon por las consecuencias que pueden llegar a tener en el estado sanitario de la población.


Para la etapa que resta del receso invernal y para los próximos fines de semana, tanto las autoridades municipales como provinciales que tienen injerencia en este tema, han asegurado que van a intensificar los controles y que están dispuestas a sancionar duramente a los infractores a las normas del protocolo covid-19 que sean sorprendidos en sus respectivos ámbitos.


Es evidente que la tarea de concientización con el objeto de evitar estos hechos que atentan contra el status sanitario de la provincia debe intensificarse para evitar estos desmanes que transgreden el orden impuesto y ponen en peligro la salud de mucha gente que elige el turismo interno local por la seguridad que ofrece al desarrollarse bajo estrictos controles y en un ámbito natural que otorga muchas garantías.