"Lo que no se logra en la infancia es muy difícil de revertirlo después'', es una de las consignas de la UCA (Universidad Católica Argentina) que a través de su Observatorio de Deuda Social Argentina acaba de difundir un informe sobre inequidades en la infancia. El relevamiento comprende diversos aspectos vinculados a la situación de los chicos de nuestro país, entre los 5 y 17 años, concluyendo que los derechos básicos siguen vulnerados para gran parte de ellos, ya que la mitad vive en la pobreza, un tercio depende de comedores asistenciales, muchos no han visto a un doctor en el último año ni han asistido a un dentista. Pero más allá de estos problemas de carácter social el informe pone énfasis en la ampliación de la brecha tecnológica que, cada vez, es más notoria y que hace que más de la mitad de los niños no tengan acceso a internet en sus casas; el 60% no tenga celular y el 40% no disponga de una computadora propia.


Si bien estos porcentajes son bastantes significativos, se puede decir que los niveles de desigualdad se vienen manteniendo en un estado de estancamiento desde hace algunos años, a pesar de las insistentes campañas e iniciativas que periódicamente son implementadas, en busca de que la tecnología llegue a todos los sectores sin excepción, especialmente a los de menores recursos. El programa "Conectar Igualdad'' es un ejemplo de una de las entregas de computadoras personales más grandes que se recuerde, pero evidentemente esto no alcanzó para mejorar los niveles de acceso a la información de los chicos.


Los últimos relevamientos realizados en relación a este tema llegaron a determinar que los sectores más postergados no tienen tecnología o acceden a la más obsoleta.


Uno de los ejemplos más claros de la brecha tecnológica que existe en la actualidad está dada por los siguientes valores: Mientras el 75,6% de los hijos de los trabajadores marginales no tienen internet en sus hogares, sólo el 2% de los hijos de un trabajador medio profesional se encuentra en esa situación. Lo mismo pasa con los celulares y las computadoras.


El problema de que haya chicos de hogares que carecen de internet no sería tan grave si, al menos, en la escuela a la que concurren se enseñara correctamente el manejo de estas tecnologías. Pero sucede que en las escuelas no se enseña como corresponde, ya sea por falta de material informático o porque los docentes no están debidamente preparados para impartir estos conocimientos.