Para el próximo 1 de marzo, si no surge ningún inconveniente de tipo sanitario, está previsto que en todo el ámbito provincial comiencen las clases mediante un sistema rotativo de asistencia que prevé que los alumnos de un mismo curso alternen actividades presenciales y virtuales. El esquema propuesto por el Gobierno provincial determinará que los chicos concurran a clases presenciales semana por media, quedándose en sus casas la semana siguiente para recibir conocimientos de manera virtual. 


Se ha comprobado que si los alumnos no logran una real integración y asimilación de conocimientos a través de la presencialidad, asistiendo todos los días a la escuela e interactuando con sus pares, difícilmente lo consigan mediante un modelo de asistencia escolar que contempla un sistema rotativo para concurrir a clases. La pausa a establecerse todas las semanas interrumpirá cualquier intento por darle continuidad al proceso de enseñanza-aprendizaje y terminará agotando a los padres, cansando a los niños y demorando el proyecto educativo previsto para este año. 


Esta alternancia que implica un gran despliegue en cada uno de los hogares sanjuaninos, ya que se deben atender dos formas posibles de enseñanza como es la presencial, con la provisión de vestimenta adecuada y la compra de útiles escolares, además de libros y otros elementos pedagógicos, y la virtual, que significa tener en el hogar todos los elementos informáticos necesarios para establecer la conectividad entre los alumnos y los docentes, traerá a muchas familias serios inconvenientes económicos y operativos. El problema lo van a tener tanto las familias con escasos recursos económicos, que no podrán contar con todos los elementos, como aquellas otras en la que los padres trabajan y necesitan planear anticipadamente el movimiento de sus hogares sin ningún tipo de alternancia.


Otro aspecto importante es evitar que por los motivos apuntados se establezcan diferencias entre alumnos. De ahí la importancia de que la virtualidad no sea tomada como una opción para completar los conocimientos.


Respecto de los cuidados que se deben tomar para hacer posible la presencialidad total en las escuelas, tanto docentes como alumnos cuentan con la experiencia necesaria para interrelacionarse en un marco de seguridad determinado por los protocolos en vigencia y las medidas preventivas ampliamente difundidas.


Además las escuelas están medianamente en condiciones para afrontar el desafío, albergando a la totalidad de los alumnos, a excepción de algunos establecimientos de la zona afectada por el último terremoto que deberán ser reparados a la brevedad.