El impacto del calentamiento global llegó al mundo de las finanzas bajando líneas a las empresas que no acrediten medidas efectivas contra el cambio climático, que ya incide con enormes daños en la economía y pone en alerta la subsistencia de la humanidad. Es así que no sólo los ambientalistas ni las políticas públicas en favor de la preservación del planeta son las que lideran la fe verde, ya que ahora se ha sumado un poderoso fondo de inversión anunciando que castigará a las empresas que no luchen por la sostenibilidad del hábitat común.


Este giro inesperado es de BlackRock, la gestora líder de fondos del mercado de capitales que maneja activos de casi siete billones de dólares y amenaza a las empresas cotizantes que no tomen medidas destinadas a contribuir con el movimiento internacional para frenar el efecto invernadero. Concretamente los directivos del grupo financiero votarán en contra del equipo gerencial y de los miembros del consejo de las firmas que no progresen lo suficiente en materia de sostenibilidad climática.


Larry Fink, el hombre más poderoso de la Bolsa española, ha recordado en su carta anual a los presidentes y consejeros delegados de las principales compañías multinacionales, que como gestora del fondo fiduciario debe ayudar a los clientes a capear la transición hacia un mundo más comprometido con el medioambiente. Manifiesta que desde el punto de vista de la inversión, las carteras que integran sustentabilidad y las cuestiones climáticas pueden proporcionar a los inversores mejores rentabilidades ajustadas al riesgo.


Es que los inversores necesitan tener una idea más clara sobre la forma en que las empresas están gestionando las cuestiones relacionadas con la sustentabilidad señalada, de manera que una compañía no pueda lograr beneficios a largo plazo sin contar con un propósito y sin tener en cuenta las necesidades de un amplio sector de partes interesadas. O sea deben jugar un papel muy activo en la sociedad.


En ese sentido, en el complejo y poderoso universo de los capitales de inversión, hay coincidencia en que nos encontramos en los albores de un replanteamiento de las finanzas desde sus cimientos. La transparencia en materia de sostenibilidad debería ayudar a los inversores a valorar qué empresas responden ante sus grupos de interés. Esta información debe ser el medio para lograr un capitalismo más confiable e inclusivo.