El líder opositor surcoreano Lee Jae-myung fue atacado y herido el martes por un hombre no identificado durante una visita a la ciudad suroriental de Busan, informaron funcionarios de emergencias.

La oficina de emergencias de Busan dijo que Lee fue atacado mientras visitaba las obras de construcción de un nuevo aeropuerto en la ciudad.

Lee fue trasladado en estado consciente al hospital por una ambulancia unos 20 minutos después con una importante hemorragia, al tiempo que el autor del ataque, un hombre de entre 60 y 70 años, fue arrestado de inmediato, según informó la agencia Yonhap.

Tras recibir atención de urgencia en el Hospital de la Universidad Nacional de Pusan, Lee fue trasladado en helicóptero a la capital para ser intervenido en el Hospital de la Universidad Nacional de Seúl, según fuentes del PD citadas por Yonhap que indicaron también que el político perdió mucha sangre debido al ataque.

El líder del principal partido de oposición: el Partido Demócrata, estaba consciente, pero se desconocía cuál era exactamente su estado.

Según testigos presenciales y las imágenes difundidas por las televisiones, el autor del ataque se acercó a Lee simulando aparentemente ser uno de sus seguidores y pidiéndole un autógrafo.

El hombre atacó al político liberal por sorpresa clavándole un objeto que aún no se ha identificado y que tendría una longitud de entre 20 y 30 centímetros.

Un video de televisión mostraba a Lee tendido en el piso y a una persona presionándole el cuello con un pañuelo para detener la hemorragia.

Según los reportes, la policía detuvo al hombre en el lugar de los hechos. El agresor llevaba algo parecido a una corona en la cabeza.

Lee perdió las elecciones presidenciales de 2022 frente al presidente Yoon Suk Yeol por un estrecho margen.

Lee, ex gobernador provincial, es conocido por su estilo franco. Sus partidarios lo ven como un héroe antielitista capaz de reformar la política, erradicar la corrupción y resolver la creciente desigualdad económica. Sus críticos lo ven como un populista peligroso que exacerba las divisiones y sataniza a sus oponentes conservadores.

Tanto el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, como el líder del gobernante y conservador Partido del Poder Popular (PPP), Han Dong-hoon, han condenado con dureza el ataque y han pedido que se investigue a fondo lo sucedido.

Fuente: Infobae.