La acusación llegó luego de que la mujer reclamara una indemnización por lesión a la empresa en la que se desempeñaba en Fort Lauderdale, Florida (Estados Unidos).

 

Tras su denuncia, la aseguradora comenzó una investigación para determinar cómo se dieron los hechos.

 

Desde el inicio desconfiaron de la herida en la cara de Sheyla, que no concordaba con las dimensiones, ni con el peso del fragmento del techo.

 

Como primera medida, solicitaron las grabaciones de seguridad y en ese video pudieron observar que un objeto cayó del techo a varios centímetros de la mujer, quien luego lo tomó del escritorio y se golpeó el rostro.