En medio de un súper agitado raid de shows, celebró sus 52 abriles el miércoles pasado en Puerto Madryn junto a su esposa y tres de sus hijos. Es un romántico empedernido y canta "Las cosas como son". Su nombre es Ricardo Montaner y este lunes arribará al Estado Aldo Cantoni para hacer delirar a las sanjuaninas que se quedaron con ganas de más cuando el 7 de diciembre de 2007 desembarcó en el Predio Ferial en la cena show de Upcn.
Algo agotado pero derrochando humor, el cantante y compositor argentino-venezolano dialogó con DIARIO DE CUYO en el marco de la gira de presentación de su disco, que el 24 de este mes también lo regresará a Córdoba -donde ya hizo dos Superdomo Orfeo- con un recital que tendrá entre los invitados vip a su amiga Susana Giménez.
– Es inevitable no decirte "Para un poco" Ricardo…
– No pienso parar, de ninguna manera, mientras Dios me de salud y la alegría que tengo para vivir de la manera que vivo. Siento que Dios puso esta vida para que te la gastes, no para que ahorres. La vida hay que vivirla. Hay que gastarse la vida y en eso estoy…
– ¿Cómo enfrentás esta extensa gira?
– Es intensa y llena de emociones que evocan mis raíces. Ya hice giras largas en otras oportunidades en Argentina, pero jamás tuve conocimiento de causa, por decirlo así. Y disfruto más porque tengo a mi familia conmigo, a mi esposa Marlen y mis hijos más chicos, porque los más grandes están trabajando en Estados Unidos.
– Tu cumpleaños te sorprendió en medio de tus shows, en plena Patagonia
– Y lo sigo celebrando como si todavía fuese miércoles. Pa’mí no se acabao todavía.
– ¿Y llegó con disco nuevo y también libro nuevo?
– Sí. "Lo que no digo cantando" salió hace apenas un mes en Argentina porque en el resto de Hispanoamérica fue el día de mi cumpleaños. Estoy muy contento que mi público pueda hurgar un poco más en mi corazón con este libro.
– Es una autobiografía referida al amor.
– Hablo del amor desde mi ojo, mi punto de vista. Puedo pasearme un poco más en profundidad sobre ciertos hechos de mi vida que no son otra cosa que pruebas del amor de Dios, algo que no me permite una canción.
– ¿Cuándo hablás de "pruebas del amor de Dios", te referís a milagros?
– A todo. Al milagro que significa esta carrera y la vida. El milagro que significa conocer a gente que tocó mi corazón y a través de quienes veo que Dios está vivo. Hay una serie de relatos que a los lectores le conmueven y le avivan la fe.
– ¿Qué relato te conmovió a vos?
– Hay uno que se llama "El niño del milagro" que habla de mi constancia de ver con mis propios ojos un milagro, después de ver la salvación de un niño de escasos 9 o 10 meses, desahuciado y condenado a ser desconectado de los cablecitos que lo ataban a la vida; y en el momento que le pedimos a Dios de rodillas, el niño volvió en sí de un coma de no sé cuantos meses.
– Se te ve en una etapa más mística, más espiritual
– Creo que me estoy poniendo viejo también. Entonces, eso me hace pensar un poco más las cosas que digo y que hago, disfrutarlas más. Antes vivía encofrado en la habitación de un hotel y me perdía de la vida, huyendo de la gente y metiéndome unos lentes oscuros para que no me reconocieran, después de apostar todo por ganarme el público. Hoy no hago eso, si me quieren ver que me vean, pero no me pierdo el pescado frito y el plato de sopa que me gusta.
– Y ese click sonó en tu cabeza con la vejez…
– Con la vejez no tanto, digamos que con la madurez (risas).
– Es difícil que una persona con esa espiritualidad se mueva tan bien en un ambiente al que se acusa de frívolo…
– Pero lo mío es natural, lo natural es que uno tenga esposa, tenga niños, tenga una familia. No es tan complicado. El ambiente artístico no es una secta, es como el de los políticos, los médicos, los ingenieros; igualito de prostituido, igualito de sano; la diferencia es que estamos en el ojo público.
– Seguís siendo un romántico empedernido.
– Es que vivo apasionadamente la vida, soy un apasionado y un romántico, todo lo veo desde el punto de vista del corazón.
– ¿Qué les dirías a los hombres que les falta romanticismo y te tildan de cursi?
– Que si no se les ocurre nada, agarren las letras de mis canciones y se las envíen a sus mujeres y que pongan sus firma abajo como si fueran de ellos.