Hoy por hoy lo embarga la sensación del deber cumplido en La Dueña, ficción que va todos los miércoles por la pantalla de Telefe en la que personifica a uno de los hijos de Mirtha Legrand, la diva que regresó a la actuación después de 40 años. Pero también Fabián Vena se enfrenta a otro desafío: llevar a las tablas a Rain man, un clásico del cine que en 1988 recreó la dupla conformada por Tom Cruise y Dustin Hoffman quien se llevó un Oscar por su caracterización de un autista con Síndrome de Savant.

Su última actuación en San Juan fue junto a Gabriela Toscano y la adaptación de La Duda en 2007, en donde representó a un sacerdote. Pero, en esta oportunidad, Vena se calza en los zapatos de Charles (el rol de Cruise), un buscavida que al morir su padre va en busca del hermano que pese a su discapacidad, le enseñará a mirar la realidad de otra forma; una "emotiva historia’ que llega mañana a San Juan gracias a la Fundación Protea (ver aparte), como dijo a DIARIO DE CUYO, conforme también por el resultado del unitario de TV en el que "no podía no estar’, como confió.


– ¿Cómo nació la idea de Rain man?

– Es un espectáculo que vale la pena. Es prácticamente la película pero muy teatralizada desde el guión, la puesta y las actuaciones, pero con nuestra idiosincrasia en cuanto a la relación de los personajes, la manera de calibrar y transmitir los sentimientos y valores familiares; eso es decididamente argentino.

– ¿Es difícil ponerse en un personaje que ya se vio en el cine?

– Todo cambia cuando el material es teatral, no tenés que pedirle al director como lo va a contar con las cámaras y no la vas a ensayar un día y la vas a filmar al otro, sino que vas a ensayar cuatro meses y la vas hacer el tiempo que quieras o puedas. En este oficio no hay manera que te copies. Es un arte que tiene que ver con la creatividad, es muy personal, un mundo que no para de girar.

– En tu caso se nota porque tu personaje en Resistiré no fue el mismo que se vio en Caín y Abel o el de La Dueña…

– Es que sos siempre algo diferente, ¿Qué sentido tendría ser el mismo en este trabajo?

– ¿La experiencia juega un papel importante?

– Sin duda vale más que cualquier técnica, te lo digo yo que soy re técnico.

– En el caso concreto de La Dueña ¿Qué te atrajo? ¿El regreso de Mirtha a la televisión?

– No le podía decir no a La Dueña porque valoro, respeto y admiro lo que tiene que ver con el riesgo. La señora dio un salto olímpico a un proyecto que le puso su corazón y lo llevó adelante de manera impecable.

– ¿Cómo es trabajar con ella?

– Mirtha es un ejemplo de seriedad y profesionalidad. Es muy inquieta, con ganas de seguir creciendo, mejorar y hacer cosas nuevas, incluso de meterse en un lío bastante importante como es la televisión de hoy. De entrada le dije: "Mira Mirtha te voy abrazar y besar porque soy el hijo cariñoso’.

– ¿Para tu papel tomaste algún personaje de la tele?

– Cuando lo leí, le dije al autor Marcelo Camaño, que también escribió Resistiré y Caín y Abel: ¡otra vez me metiste en un quilombo!. Tenía que ser gracioso, pero no estúpido, entrañable pero no tan bol…, dar el toque de humor en un policial oscuro, entonces le pregunté ¿qué ladrillo me estás vendiendo? (risas), claro que después nos salió increíble. La realidad supera cualquier ficción. Para este Diego Lacroix, me inspiré en gente que no tiene que ver con la tele ni con el personaje, tuvo características de dos grandes amigos que poco tienen que ver con el camino espiritual ni con el niño mimado de una familia rica, bueh, uno de ellos sí.

– Es verdad que Mirtha está preocupada con la baja de rating ya que en el debut hizo picos de 30 y ahora van por los 16?

– Creo que 16 puntos para un unitario es una marca histórica, en los últimos 20 años ninguno superó los 20 puntos, La Dueña batió un récord: es el unitario de mayor rating en la historia argentina. En una tira como Resistiré nunca llegamos a esa cifra y en programas de Polka como Verdad Consecuencia cuando pasaba, ¡hacíamos una fiesta!.