Convertido casi en cine de culto -sobre todo en España, su país de origen-, el jueves llega a la gran pantalla local otro capítulo de la patética vida de José Luis Torrente, ese ex policía excedido de peso, ordinario, misógino, racista, malhumorado y súper fanático del Atlético de Madrid, que -encarnado por Santiago Segura- vuelve a las andanzas con Lethal Crisis. Pero no vuelve solo, ya que nuevamente eligió rodearse de futbolistas, algunos bien conocidos por los amantes de la redonda en general y los argentinos en particular. Es el caso de Sergio "El Kun" Agüero, el yerno de Maradona, que en la vida real juega en el Atlético, y que hace aquí su primera incursión cinematográfica.
En la película -que, ahora en 3D, sigue la línea de humor bizarro y ácido, y de la que también forma parte David Bisbal- unos reos juegan un partido en prisión (parodiando Escape a la Victoria, con Pelé y Stallone). El equipo del Kun -que aquí no sabe nada de fútbol- juega contra el del director del presidio, donde aparece otro argentino bien conocido: Gonzalo "Pipita" Higuaín. La diferencia es que si bien a Higuaín sólo se lo ve jugando, el Kun tiene más letra, ya que hay un diálogo con el DT, Torrente, quien luego de un trabajito sucio también termina entre rejas.
Fue el mismo Agüero el que se encargó de que su fanaticada siga su debut cinematográfico vía Twitter, donde publicó una foto con sus colegas y Segura, que además del protagonista, es el director y guionista del film.
Iker Casillas, Iván Helguera o Fernando Torres fueron, antes, otros futbolistas que aceptaron participar de la saga, cuyo primer envío -Torrente, el brazo tonto de la ley- se estrenó en 1998. Su éxito fue instantáneo y Segura consiguió con las siguientes dos películas situar su criatura como la más taquillera del cine español, con una recaudación conjunta de más de 66 millones de dólares.

