Alan Parker, escritor y director británico dos veces nominado al Oscar -por Expreso de Medianoche (1987) y Mississippi Burning (1988)-, que, en 1996, puso a Madonna en la piel de Eva Perón -con un film que se rodó entre Argentina y Hungría-, falleció ayer a los 76 años. Según informaron medios especializados en base a un comunicado del British Film Institute, el cineasta atravesaba "una larga enfermedad" de la que finalmente no pudo recuperarse, pero no se dieron detalles.


A lo largo de su carrera cinematográfica, dirigió 14 largometrajes, escribió 6 y fue, especialmente, experto en películas orientadas a la música: entre esos títulos se encuentran también Bugsy Malone (1976), Fama (1980) y Pink Floyd: The Wall (1982), asegurando que "reunir música e imágenes puede resultar muy, muy poderoso".


En 2002, la reina Isabel II le concedió el título de Caballero del Imperio Británico por su contribución al mundo del arte; y, en 2013, recibió un premio honorífico durante la entrega de los Bafta.


Padre de 5 hijos y 6 veces abuelo, ya, en 2015, anunció su retiro: "Dirigí desde que tenía 24 años y cada día fue una batalla", fueron algunas de las confesiones de quien pasó sus últimos años dedicado a la pintura.