Ayer en el Club Social, en la biblioteca, el lugar que las vio nacer, escribano de por medio, Fundación Protea hizo efectiva la donación de sus bienes como institución a favor de Pro Niño Conin San Juan, tal como había anunciado hace unos meses. Fue un acto breve, protocolar pero cálido gracias a la conducción de Susana Rosselot de Bettio, que recorrió con sus palabras la historia de la entidad, recordando también a los miembros que ya no están. 


A la mesa se sentaron los miembros de la fundación, su presidente Eduardo Bettio y las integrantes de la comisión, Amanda Braistrocchi de Seguí, Haydeé Avendaño de González, Beatriz Premazzi de Trícoli, María Luisa González Aubone y Ada Guillermina Largacha de Balaguer, el presidente del Club Social Gustavo Zambrizzi y la doctora Mercedes Gómez, presidenta de Pro Niño Conin.


También asistieron Josefina de Castilla, una de las fundadoras, algunas nuevas socias y la secretaria de Cultura Virginia Agote. Hubieran querido despedirse con más gente acompañándolas, invitaron a todo el mundo, pero Susana aseguró que muchos le dijeron que preferían no asistir como medida sanitaria. "No se puede besar, chicas, no se puede besar", repetía Susana en consonancia con las normas de prevención por coronavirus; una anécdota más de las tantas que atesoran las Chicas de Protea que ayer formalizaron la entrega de 21.100 dólares y 477.540 pesos para la mencionada ONG que tiene como fin recuperar la familia, ya que atienden la necesidades integrales de unas 100 personas. 


"Es la satisfacción, la despedida, pero es como decir 'gracias, Señor que nos permite hacer esto". Porque no solamente Protea es la Fundación que hizo 'esto o aquello' sino que fue una entrega de amor, con total desinterés como si fuera una religión hacia el teatro. Nosotros tenemos el honor y la satisfacción, que son 50 años de dar y de lograr que en San Juan el teatro exista. Con esa satisfacción nos vamos", dijo con una mezcla de sentimientos y haciendo fuerza para que no se le quiebre la voz. 


"Nos van a extrañar. Ya en Buenos Aires nos están extrañando. Pero nuestra etapa ya está, la gente joven que ingresó es gente que trabaja y no gente que puede dar el tiempo como lo hacíamos nosotros. Nosotras también trabajábamos, pero la vida hoy es más exigente. San Juan, dejamos muchas cosas hechas" resumió la hasta ahora tesorera.


Y este fue el último acto, la última salida a escena de un grupo que trabajó con dedicación, esmero y compromiso, que ofreció todo y se lleva la satisfacción de la tarea cumplida. Y por eso para ellas, "Las chicas de Protea", como en el buen teatro, se merecen aplaudirlas de pie.

CREDITOS DANIEL ARIAS