Con un mensaje que publicó en redes, Sebastián Herrera comunicó la decisión tomada, nada fácil pero muy pensada: con una gran fiesta que compartirá con colegas y público, hoy pondrá punto final a CatFonk, esa aventura musical que arrancó hace cinco años y trascendió los límites de San Juan. Y entonces se alejará de los escenarios. Será un paréntesis que se cerrará cuando un nuevo sueño asome en el horizonte. "The last dance es la última fecha de mi proyecto CatFonk y, por lo tanto, el último baile" escribió bastante antes de barajar respuestas para explicar lo que todos preguntan. ¿Por qué?


"Hay muchos 'porqués'... CatFonk me hizo tocar el cielo con las manos y no quería pisar el infierno con los pies. Me fue muy bien con este proyecto, no lo quiero manchar, fue mucho sacrificio y siento que ya está", arrancó el músico que en abril lanzó con éxito 4 Queens, "una nueva canción de una nueva era", dio pistas. "Yo estaba en otro momento de mi vida, otra edad y ahora ya soy un cuarentón que necesito otros tiempos, otras cosas... Por eso cierro esta etapa, quería dejar todo en orden, sin cuentas pendientes ni arrepentimientos. Hay muchas bandas que se desarmaron y no hicieron nada... yo necesitaba cerrar el ciclo, así que dije 'voy a hacer una despedida' y después tomaré un descanso. Va a ser una súper fiesta de funk pop, con Magaláctica de telonera y Los chicos del Pórtico, la banda de Facu Dial, jachalleros que adoro y se quedan con la posta del funk pop", siguió de corrido antes de profundizar un poquito más.


"No pude concretar un par de objetivos, grabar un par de discos más, hacer un par de giras más... no tengo el tiempo y ni la energía. Por otro lado cuando sos laburante de otra cosa, en mi caso del sector de la salud, y no estás metido 100% se complica... Además no hay muchos lugares para tocar o son muy burocráticos... me pasó de tocar para el Gobierno, que es muy piola, pero lo del pago por ahí era hostil, había que pagarle a los músicos que son sesionistas y por ahí no tenía el dinero y quedaba comprometido y estresado por algo que no debería ser... La remé demasiado, son muchas cosas", enumeró el también activo profesional en diagnóstico por imágenes, aunque prefirió dar vuelta la página. "Igual me quedo con lo mejor, fue un camino lindo, sucedieron cosas maravillosas, tocamos y grabamos con Willy Crook, a quien admiro desde la infancia; hice videos clase A con Ailín Salas, giré por el país, conocí muchos escenarios, estuvimos rankeando un poco la escena nacional, cosas que nunca imaginé; y eso es un montón", sonrió Seba, quien finalmente esgrimió un hecho que lo marcó.


"Han surgido cosas lindas: mi hijo Fausto, de 7 años, solito pidió estudiar música y eso me despertó una alegría inmensa y sentí la necesidad de estar a full para él, como papá y acompañándolo en su crecimiento en la música. Estudia en la Escuela de Música, toca violín y me sorprende lo que hace, me da mucha emoción", contó. "Es muy loco porque el jueves (por ayer) él toca en el aula Magna de FFHA con su orquesta y yo el viernes (por hoy) me despido de los escenarios. Él arranca, yo me voy... es muy fuerte", acotó reflexivo "el fonky jachallero" -como se dice- que en 2011 arrancó con Gato Naranja & The Funky Stars, "la primera banda de glam funk de San Juan", por la que se vinculó con Crook e Illya Kuryaki, entre otros. Pero recuperó el brío: "Bueno, no es que me voy de la música, música voy a seguir haciendo toda mi vida porque está en mi ADN, vengo de familia de músicos. Es el final de CatFonk, pero ya tengo 20 canciones guardadas y otros proyectos que no quiero adelantar, pero tienen que ver con el sueño de una superorquesta, ir a géneros nuevos, conocer más instrumentos, tengo ganas de tocar el piano... Siento que necesito un espacio para reconstruir mi música, pero hay que estudiar, necesito tiempo...", se explayó Sebastián.


"No estoy triste. Tengo mucha alegría porque sé que hice las cosas bien, que entregué todo. Mi energía daba hasta ahí. Es una etapa bien cerrada, la empecé muy chico, todo lo que sentía en mi corazón lo plasmé en música. CatFonk se queda con sus logros, surfeando la cresta de la ola", declaró Sebastián, que ha ido guardando todo su historial en una carpeta, que algún día compartirá con Fausto, cuyo sueño es tocar en vivo con papá. 


¿Y qué pasará el mañana? "Me voy a tomar el palo (risas), me voy a ir a Merlo a tener ese momento de reflexión. Me voy a llevar una guitarra y seguro voy a componer la última canción con todo lo que sucedió... Sí, quizás sea la canción que cierra una etapa y abre otra".

 

> EL DATO
The last dance. Despedida de CatFonk, de Sebastián Herrera. Con Magaláctica, Los chicos del Pórtico, DJ Tavi y artistas invitados. A las 22 hs en Mamadera Bar. Anticipadas $1.500.