Poco después de que se conociera la muerte de Silvina Luna en el Hospital Italiano de Buenos Aires, donde estuvo internada durante 79 días, el Ministerio Público Fiscal le solicitó “de manera urgente” a la Sala 3 de la Cámara Nacional de Casación Penal, que se preserve el cuerpo de la modelo para que se pueda realizar la correspondiente autopsia.

El pedido se realizó en el marco de la causa por la que tiempo atrás se condenó a cuatro años de prisión al médico Aníbal Lotocki, quien fue encontrado culpable de las lesiones graves sufridas por la ex participante de Gran Hermano y por otras tres mujeres que también se habían atendido con él.

Para la Fiscalía, “el resultado muerte provocado, importa una ‘situación nueva’ en la sustanciación de este proceso penal que amerita el aseguramiento de los presupuestos de realización de dicha práctica, en procura de la máxima consolidación de la teoría del caso”.

“Se considera de vital importancia la preservación del cadáver y su custodia por parte de la Morgue Judicial, en miras a una inminente autopsia del cuerpo a través del Servicio de Tanatología del Cuerpo Médico Forense de la Justicia Nacional”, señaló el escrito.

Por esta razón, el fiscal Sandro Fabio Abraldes les pidió a los camaristas que “ordenen a las autoridades del Hospital Italiano de Buenos Aires que de inmediato arbitren los medios necesarios para la adecuada conservación del cuerpo” de la modelo.

Asimismo, reclamó que “dispongan que el cadáver de Silvina Luna quede en depósito de la Morgue Judicial con adecuada conservación en frío para su posterior autopsia y demás exámenes periciales que se solicitarán en las próximas horas, con adecuado control de todas las partes de este proceso penal”.

La salud de la modelo empezó a quebrarse en 2011, cuando se sometió a una intervención estética realizada por el doctor Aníbal Lotocki. El médico, que posteriormente fue condenado a cuatro años de prisión, le inyectó polimetilmetacrilato en los glúteos, lo que desencadenó una serie de complicaciones médicas.

Con el tiempo, las secuelas del procedimiento estético se volvieron cada vez más severas. La modelo padecía hipercalcemia e insuficiencia renal, condiciones que la obligaron a recibir tratamientos de diálisis durante cuatro horas al día, tres veces a la semana. Llegó a estar en lista de espera en del Incucai para recibir un transplante de riñón.

“Tuve muchas presiones. Y muy pocas herramientas también… Hacíamos teatro de revista y el cuerpo hegemónico era todo. Se usaban las tetas grandes y el culo acá arriba. Y yo me dejé llevar por eso, por buscar una seguridad en el exterior y querer cumplir con ese estereotipo. Eso me llevó a esa operación”, había contado la propia Luna en una entrevista con María Laura Santillán en Infobae.

Finalmente, luego de una larga pelea contra sus problemas de salud, su familia decidió desconectarla del equipamiento que le daba soporte vital y un par de horas después murió en el Hospital Italiano, desde donde, a principios de junio, hizo su último posteo en redes sociales.

“Hola, amigos, miren dónde estoy: estoy en la sala de diálisis”, comenzó diciendo en el mensaje grabado en modo selfie, en el que se podía ver tanto el entorno en el que estaba la modelo como también la cofia quirúrgica y el barbijo que vestía. “Supongo que mañana ya me voy a casa. Me vine a internar porque salieron los resultados de la biopsia de la micobacteria y, por fin, se pudo detectar cuáles son los remedios específicos que tengo que tomar. Son dos, así que los estoy probando ahora, internada, para ver si los tolero y si está todo bien. Por ahora, viene todo perfecto, así que estoy contenta con eso”, agregó acerca de cómo se sentía por aquellos días.