Dulce, delicada, prolija, de buenos modales, bien vestida, con coronita (tarde o temprano), castillo y un romántico y verdadero amor "para siempre jamás". Así se supone que deben ser las princesas -y sus historias-; y a lo largo de décadas Disney ha dado acabadas muestras de ello... hasta hace algún tiempo. Y en esa nueva línea que fueron bocetando Mérida, Rapunzel y Elsa, el clásico número 56 de Disney luego de Zootopia trae hoy a la gran pantalla local, en estreno nacional, a una princesa que para nada cumple los cánones establecidos. Moana es el nombre de la bonita y rebelde joven hawaiana de 16 años, hija única de Motunui, un importante jefe de una tribu, que tiene como mascotas a un cerdo y una gallina y que si ostenta algo en común con sus colegas (sobre todo las más modernas, como Elsa, de Frozen) es que se convertirá en heroína cuando deba salvar a su pueblo. Para ello, la curiosa y aventurera Moana se unirá a un particular semidiós, el caprichoso Maui, que tiene la particularidad de poder tomar la forma de animales. Junto a él iniciará un viaje a través del océano con el fin de encontrar una isla legendaria. Durante su emocionante travesía marina, los protagonistas se enfrentarán a criaturas propias del antiguo folclore y descubrirán submundos impresionantes. 


Con impronta de musical, el film dirigido por Ron Clements y John Musker (La sirenita, Aladdin, La princesa y el sapo, El planeta del tesoro) transcurre hace miles de años en las islas del Pacífico y encierra varias curiosidades: Moana es la primera "princesa" de la cultura maorí; el mar -muy importante para esas etnias- es un personaje más y tuvo su propio equipo de trabajo para animarlo; y Maui es el primer personaje animado tanto a través de técnicas 3D y 2D; y sus tatuajes se mueven a través de antiguas técnicas de animación. Apenas unas perlitas de esta aventura, considerada uno de los grandes aciertos de la factoría Disney. 

El proyecto -inspirado en parte en relatos orales de los pueblos de Oceanía, expertos navegantes- demandó cinco años de investigación de la cultura polinesia, para recrear desde paisajes hasta gestualidades propios.  

Suspenso con sello argentino 
 

Otro de los estrenos fuertes de hoy es "Nieve negra", película que protagonizan Ricardo Darín y Leonardo Sbaraglia, con dirección de Martín Hodara (es su primer largometraje). Coproducción de Argentina y España que incluye en el reparto a Laia Costa, Federico Luppi y Dolores Fonzi es la historia de Marcos (Sbaraglia), quien regresa de España con su pareja Laura (Costa) para cumplir con el deseo de su padre de que sus cenizas sean enterradas en una propiedad boscosa familiar, aunque llega con la idea de vender ese terreno porque le interesa a una minera canadiense dispuesta a pagar 9 millones de dólares. La dificultad se presenta cuando esa propiedad donde se levanta un viejo aserradero, vive desde hace 30 años su hermano Salvador (Darín), un hosco y huraño sujeto que no tiene interés en mudarse.