Tras la presentación de las candidatas a Reina para la pasada Fiesta del Sol y con la ilusión de lucir en mejor estado para recibir la Fiesta Nacional de Teatro -que este año tendrá sede en San Juan-; el Teatro Sarmiento cerró sus puertas para abrir en mayo con buena parte de sus instalaciones restauradas. Las empresas elegidas tendrán un plazo de 30 días para cumplir con los trabajos y el costo del proyecto podría estar "alrededor del millón de pesos", según estimó Mónica Arturo, quien como directora de Acción Cultural de la Provincia afirmó que ese dinero saldrá del presupuesto destinado a Cultura.

Licitación mediante, las primeras dos grandes reparaciones serán las butacas y el aire acondicionado.

"Después del último cambio de tapizado hace diez años, a las butacas les cambiaremos el color, que pasará a tener un tono más oscuro que armonice con el espacio y las cortinas", agregó la funcionaria, quien señaló que ya está en curso el procedimiento para adjudicar las obras de cambio del alfombrado -incluye retiro, provisión y colocación-; y precisó que resta convocar a licitación para los trabajos de reparación del sistema de electricidad.

"Queremos llegar a tiempo para el Nacional de Teatro, en mayo, y que la sala esté en condiciones. Sucede que sacar los asientos para la ópera y después volverlos a colocar contribuyó a su deterioro", explicó Arturo sobre la determinación de refaccionar el complejo.

Respecto a las tareas en el escenario, si bien Arturo manifestó que esta vez la restauración de ese sector no entra en los planes inmediatos; desde la misma dependencia señalaron que sí se le harán arreglos, ya que se cambiará la madera del piso y el tapete de goma que lo cubre.

Acerca de la ampliación del sector de sanitarios para el público -solamente hay tres boxes para damas-, Arturo especificó que "al igual que la pintura de la sala, lo haremos más adelante, pero es un tema que se debe tratar porque la capacidad ya está superada por la cantidad de gente que concurre".

La anterior reforma

En febrero de 2006, la sala tuvo su última intervención, que apuntó sobre todo a cumplir con requerimientos de seguridad como la colocación de una segunda puerta antipánico y la construcción de una rampa para discapacitados. También se instaló un desagüe pluvial, un nuevo pozo negro y luces a lo largo de la pared que da a la Av. Alem-. Además, se reemplazaron telones y se pintaron las paredes detrás del proscenio.