Beatriz García Huertas en el montaje de Caleidoscopio, una pieza que sin dudas se convertirá en un atractivo y un referente de la cultura provincial. 

Finalmente, el Caleidoscopio ganador del Concurso Internacional de Escultura 2019 -resultado de un convenio realizado entre Caleras San Juan SA y el Gobierno provincial- ya flanquea la entrada al Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson, que lanzó el certamen y que de no mediar cambios, concretará su inauguración el martes 20. Ayer, en presencia de Beatriz García Huertas, su autora y quien estuvo pendiente del montaje, el gigante que se hace parte del entorno, reflejándolo y jugando con la luz, fue emplazado tras un arduo trabajo. Dos grandes camiones con las piezas y un par de grúas llamaron la atención de los transeúntes desde la mañana, pero hubo que esperar varias horas más para verlo montado y de pie (las tareas, de hecho, continuarán hoy). 


"Fue una mañana intensa, la emoción de saber que la obra estaba bien, ver todas las piezas juntas... Y la alegría de toda la gente del Museo me llenó el alma, porque su entusiasmo era igual o mayor que el mío. Hubo personas que hicieron mucho para que esto se pudiera conseguir, así que es una gran alegría, genuina, algo tan hermoso', comentó a DIARIO DE CUYO García Huertas, que esperaba entre expectante y ansiosa el momento de tener su creación frente a frente. 


"Recién ahora puedo darme cuenta de la dimensión. Ha quedado casi idéntica a la maqueta y eso me hace feliz, porque en estos desafíos es un proceso largo, de mucho trabajo y retoques, sobre todo por la magnitud de la obra', expresó. García Huertas contó, por ejemplo, que se trabajó mucho para que los triángulos pegaran exactamente unos con otros, porque había una manera más sencilla de unirlos pero quedaban aberturas que no la conformaban. Además, las pirámides truncadas eran simples, pero para mayor protección se hicieron dobles y con un perfil de aluminio en la orilla. También se cambió el material y en vez de acero 430 (que tiene hierro) se optó por el 304, todo inoxidable, resistente y más noble ante posibles deterioros. Y se agregó otro triángulo, armando una suerte de trípode, para que la estructura esté mucho más firme. "Todas las modificaciones han sido para mejor, detalles estructurales para que quede más firme y más segura al contacto con la gente', explicó la artista, con 40 años de trayectoria, quien compitió con más de 140 colegas de renombre, argentinos y de países como Estados Unidos, México, Chile, Brasil, Italia, Bélgica, España y Egipto.


"Verla erguida es, tal vez, la síntesis de muchísimos años de trabajo. Me he visto cuando era tan chiquita y le sacaba la miga al pan para hacer animalitos y florcitas. He recorrido tantos caminos, tantos materiales y técnicas; y me doy cuenta que eso que sentía entonces, esa sensación de placer con la materia, ese querer decir algo a través de ella y ese entusiasmarme por el hacer en el arte, no ha cambiado', expresó la escultora, conmovida ante una obra que ya no siente propia, sino parte de todos los que participaron de su creación, desde la misma idea del certamen. Y por supuesto, de todos los sanjuaninos que interactuarán con ella en el día a día. " La cultura urbana es lo más democrático, porque es de todos', supo decir García Huertas.

  • En cuerpo y alma

Caleidoscopio tiene 8,35 metros de alto y está inscripta en un rectángulo de 4,80 x 3,45. Su peso total supera los 2.600 kilos. Articula 12 triángulos equiláteros de 2,5 metros de lado realizados con tubos de sección cuadrada con terminación pulido espejo. Los triángulos, a su vez, albergan pirámides truncadas, 180 en total. Está íntegramente realizada en acero inoxidable espejado (no bañado) y aluminio, por lo que tendrá una alta durabilidad en el tiempo. Además es resistente a los movimientos sísmicos y a los vientos fuertes; y es de mantenimiento simple.


Desde lo artístico, esta obra con intención interactiva "propone intriga y acercamiento, es la primera motivación. Después, se va descubriendo que en cada triángulo es un caleidoscopio en sí mismo. La artista provoca que la figura de la persona sea reflejada en muchas partes. La geometría es pura con una acción de atrapar al espectador. Lo que más se premia es que el concepto está cerrado, el objetivo de la artista es tan hermético que no falta y no sobra nada. Todo está tan calculado que la luz se verá desde adentro y desde afuera, hasta la última hora del día y de la noche. Es una obra fantástica', explicó en 2019 Alberto Bastón Díaz, miembro de la Academia Nacional de Bellas Artes y asesor técnico dentro del jurado que completaron Jorge Macchi, Serge Gangolf, Eduardo Peñafort, la exdirectora del MPBAFR Virginia Agote y Viviana Fernández (representando a Caleras San Juan SA, empresa que hizo el aporte económico para el concurso).

Desde la mañana temprano se comenzó a trabajar en el armado y puesta en pie de la escultura, ante la mirada de ocasionales transeúntes y la atenta supervisión de la artista y del MPBA.



( FOTOS  Maxi Huyema - Marcos Urisa )